****, que madrugón! en el coche de alberto quizás tengamos trio, pero no es seguro. Jorgt, pilla aspiradora, etc que nos limpian los coches jajajaja
Si usted lo desea paso por donde me digas a las 7,10, incluso por tu casa, pero tienes que traer el jamón.
Jaja, vaya jamona eh Santi???jeje Gamero como quedamos??? Toledo a las 7 y nos vamos todos juntos??? Jamón, con quién te acoplas...te pegas a zipi y zape que de mi porta no me fijo mucho???
Te recojo en tu casa mejor y luego vamos para el Toledo. Dime dirección por whatsapp y te recojo a menos cuarto
Me falta hueco para rapadosano y si viene cebra ....aun tngo sitio para la bici de uno en mi coche Bueno voy a ponerme bragas y dar pedales
Bueno bueno, pues parece que voy a llegar el primero a contar acontecimientos. Lo mío hoy será breve. Tras haber estado una semana parado por dolores poco bien recibidos en el abdomen y haberlos despachado convenientemente, he vuelto a dar pedales de nuevo, y gracias al parón, ha sido repitiendo la última semana que hice antes del parón. Por ese motivo, la ruta es casi la misma que hice hace dos domingos, con la salvedad de que alargué más antes de subir a los Santos y me aventuré menos por Corpa y alrededores. Lo mejor de todo es que ajusté el desviador esta semana, y parece que la cosa ha ido bien, con cero problemas en esta ruta, cosa que se ha notado bastante. El parón también se ha notado bastante, ya que no he alcanzado ninguno de los tiempos que hice hace 15 días. No me quita el sueño, pero me jode un poco, aunque el cansancio con el que salí hoy también cuenta. Las principales novedades son que hoy me he divertido algo más, ya que he visitado de nuevo la senda del cementerio y he bajado aventurándome algo más en el Parque... ¡por los e-woks! Ya falta menos ya falta menos ya falta menos ya falta menos ya falta menos ya falta menos ya falta menos ya falta menos... La prueba del cansancio está en que esta vez, para el mismo tiempo he hecho 7 kms menos. Eso sí, las pulsaciones han estado bastante más controladas. Bueno, ahora a leer cronicazas buenas de esas de los animalicos que han salido a hacer turismo hoy...
Pues siento mucho no poder complacerte, por lo de cronicazas, sino que es más bien un relato de un medio muerto que ha resucitado hoy. De ellos puedo contar poco, apenas les he visto (bueno, en las cervezas de después sí, pero en ruta soy una tortuga contra liebres). MI RUTA POR BELMONTE No se por donde empezar, bueno si, empezaré por comentar que en conjunto hoy ha sido un buen día de MTB, con una temperatura excelente y con una ruta casi perfecta, sólo me ha faltado una cosa: fuerza. Soy más bien un ciclista del montón, si se me puede llamar ciclista, soy lo que muchos vienen a llamar globero, mucha pose pero nada más, hasta los caracoles se me suben por los radios; pero es que hoy me ha pasado algo a lo que no estoy muy acostumbrado desde hace mucho tiempo, que no es otra cosa que tener que haber hecho el último tercio de la ruta con calambres, lo he pasado rematadamente mal y he tenido que hacer mucho esfuerzo para no caer en la tentación de la ruta más corta y más llevadera en cuanto a cuestas se refiere. Pero de esto a lo mejor comentaré algo más adelante, voy a empezar con que la asistencia por parte de los Mañaneros, a los que tengo el gusto de acompañar hoy ha sido bastante numerosa: Jorgt, Santi, Luhigi, Miguel, Alberto, Ignacio, Iván, Jorge Gamero, Juan, Nesti y Álvaro. De ellos puedo comentar poco en la ruta, los he perdido de vista nada más empezar y si exceptuamos que después del avituallamiento he compartido caminos con Alberto, Ignacio, Gamero y Nesti, un poco más adelante ya los he perdido sin remisión. Los primeros kilómetros son un poco para distanciarnos unos de otros, los más fuertes de los del montón y la verdad es que ha sido efectivo, lo que pasa es que las distancias no se hacen grandes y en zonas técnicas se montan los embotellamientos habituales. No se hace muy duro hasta unos kilómetros antes del avituallamiento, con un sendero de subida que va quemando fuerzas. Parto del avituallamiento con los cuatro nombrados anteriormente y los pierdo unos kilómetros más allá, comenzando mi deambular solitario. Intento apretar un poco el ritmo, no para enganchar, sino para no quedarme muy atrás, y en un esfuerzo lo que consigo es un calambre en ambas piernas, justo en la parte interna del muslo. Ya conocía esta sensación de una ruta anterior, y lo que me dice mi cuerpo es que está en reserva. Sigo como puedo, estiro un poco y continúo, hasta llegar a unas piedras en las que hago un movimiento raro, y el calambre es en la parte de detrás, me bajo como puedo y vuelvo a estirar para ver si puedo seguir. Me vienen a la cabeza mil cosas, que si sigo así me voy a tener que retirar, que de eso ni hablar, que aunque sea arrastras tengo que llegar, etc, etc. Procuro no forzar para ver si me recupero, bebo continuamente aunque se que no servirá de mucho, y hago todo lo posible en las bajadas para estirar las piernas, pero cada vez que intento forzar tengo un amago de calambre. A cada bajada hay una alternativa para ir por la ruta corta, que yo diría más cómoda, pero yo he venido a hacer la larga, cuento cada metro y cada milímetro que me queda, animándome en cada cuesta y soltando en cada bajada. Así llevo ya unos pocos kilómetros, me pasa hasta el apuntador, y yo hago lo posible por que no se me note mucho; me encuentro otros que están como yo o peor, pues éstos están parados y a saber los que hayan optado por coger la ruta corta viendo su lamentable estado. Ya estoy cerca y esto me anima, el recorrido se hace más soportable con bajadas más largas que me permiten recuperar y controlar los amagos. Plato pequeño y los tres piñones más grandes, esa es mi dieta en los últimos kilómetros; no me atrevo ni a meter el mediano en las bajadas, no vaya a ser que me salga una cuesta que me termine de rematar. Me voy acercando al pueblo y empiezo a temer algo que todos tememos: hacer el ridículo, acalambrarme delante de toda esa gente que encima me anima para que consiga la meta que me he marcado desde hace más de 10 kilómetros: llegar a toda costa. Me maravillo de lo que mi mente es capaz de cavilar en tan poco tiempo, cuando me voy acercando y oigo las voces de los lugareños animando me digo que tengo que dejarme el resto y no dejarles mal, o más bien no dejarme mal a mí, y ese ánimo consigue que no se me hagan tan duras las cuestas finales. Cuando oigo los altavoces y cruzo la meta virtual, me embarga un sentimiento que no se describir, de extenuación y alegría juntas, me tiemblan las piernas una barbaridad y no me llega el aire a los pulmones, pero he llegado, he conseguido algo que unos kilómetros más atrás se había convertido en algo así como una "misión imposible". Mis compañeros me están esperando, y tan mal me verán que me traen una cerveza para que me reponga, y no solo lo hace sino que me resucita. Le doy su valor justo, lo que he conseguido es superar una adversidad y nada más, pero no me he rendido a las primeras de cambio y he sabido sufrir, cosa que no tenía tan clara hasta ahora. Eso sí, luego he visto que han entrado algunos después de mí, pero pocos, así que si me descuido un poco llego el último. Bueno, terminé. Espero haber sabido contar lo que he sentido, lo he leído y me he quedado corto, pero si consigo transmitir la décima parte de lo sufrido, me daría por contento. Gracias a los Mañaneros por su compañía efímera, que luego ha sido mucho más agradable en el "tercer tiempo". Mi explicación para este lamentable incidente es que, para que la bolsa de ropa que llevaba no se me mojara, he vaciado de agua el Camelbak y luego no la he llenado por lo que no he salido con agua desde el principio, lo primero que he bebido ha sido un trago que le pedí a Ignacio, y cuando he podido beber ya era tarde, había perdido bastante agua con el sudor y cuando se llega a un punto ya no se puede rehidratar el cuerpo por mucho que se beba. También he aprendido que la boquilla de mi Camelbak tiene una posición que tapona la salida del agua, así que no me hará falta vaciarle cada vez que tenga que guardarle en la bolsa; nunca te acostarás sin aprender una cosa más.
luisete, eres grande!!! y leyendo tu cronica, ayer lo demostraste. No tienes que compararte con nadie, solo intentar conseguir el objetivo que TU te propongas. y ayer, a pesar del sufrimiento, lo hiciste, terminaste la ruta! Asi que ya por eso, eses un CAMPEON!! asi que menos lloros, y a seguir dando pedales..... y los demás....no contais nada o que??? dadnos envidia a los maricas que no fuimos! :-D