Es por mantener saludable la cartera de billetes de los medicos y los jefes hombre...los pobres mileuristas de alguna manera se tienen que ganar el pan y recetan cosas a la peña para ganarse un extra que en la S.social la cosa esta muy chunga...enga hombre..
Paolini era un camello que suministraba drogas a otros corredores,así tal cual....lo de Basso era solo la punta del iceberg. En prácticamente todos los equipos hay un camello....38 años y aumentando el rendimiento año tras año,pieza codiciada en el pelotón,¿porque?,¿por subir el poggio a full-gas para llevar a Kristoff en un sillón hasta el sprint en Via Roma?,por favor...eso hay bastantes corredores mas jóvenes que el capacitados para hacerlo,su importancia en un equipo world tour era bastante distinta a eso,su importancia es por lo que encabezo este post.
Lo del poggio fue una sobrada,no creo que haya muchos corredores capaces de hacer algo así,dime nombres a mi no se me ocurren muchos.
España siempre defendiendo a los tramposos, abogados, dirigentes de federaciones, hasta políticos !!.
Pero si es que los mismos que les defienden les entrenan, les medican etc..no me vallan a reventar la gallina de los huevos de oro..y el tema es que los medicos que les administran luego siguen trabajando algunos para la seguridad social, centros de alto rendimiento etc..vergonzoso lo de este pais en esta materia.
Se caza a la deportista, pero nada se sabe de su entrenador, no puede ser que no sepa nada, y nada se sabe de donde consiguen la mandanga.
Saber se sabe de todos pero esto es Españistan en esta materia, si fuese en otros paises ya estaban unos pocos de "jardineros" con todos mis respetos para los jardineros que tienen mas moralidad que muchos medicos"deportivos" y entrenadores..
Cuantos acusados o condenados? Cuantos entrenadores o médicos? Y de todas formas, si te trincan no pasa nada
Si es que solo hay que ver hasta quien esta presentando hasta en tve la vuelta a España : Perico Delgado y Álvaro Pino. El del probenecid y el que sus compañeros llamaban a su habitación de hotel " el laboratorio". Más de lo mismo.
JOSÉ CARLOS CARABIAS - ABC 10/01/2016 a las 08:28:54h. - Act. a las 08:28:59h.Guardado en: Deportes El último comunicado oficial del antidopaje en España tiene que ver con una carrera popular. La Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (Aepsad) informó que no había detectado trampas en la San Silvestre Crevillentina que se había celebrado el fin de año en esta localidad alicantina, célebre por sus alfombras y sus fiestas de moros y cristianos. Apenas concluyó la prueba se propagó por las redes sociales que varias atletas habían huido a escape para evitar los controles antidopaje y otros se habían negado directamente a pasar el proceloso trámite. El episodio pareció creíble a los investigadores, ya que el dopaje aficionado se encuentra en su punto de mira. No hubo caso en Crevillente, pero el auge de los eventos populares y la nueva moda de los deportes extremos han incrementado un fenómeno conocido que funciona desde hace tiempo entre sobreentendidos: abuso de medicamentos, sustancias sin control y, en definitiva, un problema de salud pública. Un plan sensato, mayoritario y común en las citas populares del deporte en España, aconseja una dieta equilibrada y mediterránea, un elevado nivel de hidratación, un calzado deportivo adecuado y específico, un entrenamiento previo que lleva aparejado el deleite por el deporte y una batería de estiramientos para calentar antes y después de cada sesión. Nunca una visita a saco a la farmacia o a su santidad la web en busca de pócimas mágicas. Esta práctica es veterana y ha enturbiado algunas fiestas del deporte aficionado, eventos que son garantía de bienestar y satisfacción, en cumplimiento de un deseo y un gusto por la actividad física. La Quebrantahuesos, cumbre del ciclismo popular, alberga en su palmarés el dudoso honor de recibir tres veces a un ganador, el guipuzcoano Ángel Vázquez, sancionado por dopaje. EPO en una prueba de triatlón. Los expertos de la lucha contra el dopaje no se sorprenden ante esa mancha que avanza cual vertido de fuel en alta mar. Es antigua cierta tradición de anabolizantes y broncodilatadores en carreras de ciclismo. Atajos para favorecer el crecimiento muscular, el aumento de glóbulos rojos y la capacidad aeróbica. También el efecto que genera la farmacia en maratones, medias maratones y san silvestres: atletas que recortan veinte minutos de un año a otro en los 42,195 kilómetros. Siempre hubo consumo de sustancias prohibidas por parte de las minorías en las pruebas populares. El asunto cala ahora desde otra dimensión: el deporte extremo. Retos imposibles a nado, en bici o a pie, o en la conjunción de las tres modalidades: el triatlón, los IronMan y sus variedades. Situaciones que ponen el organismo al límite y que han despertado un enorme interés social. Donde antes había cuatro gatos en un territorio desconocido, proliferan ahora extensas listas de inscritos. A la gente le gusta esta moda. Y los premios económicos crecen. La motivación monetaria no es el principal argumento que lleva a los atletas aficionados a consumir productos prohibidos, al decir de los expertos en la lucha contra el dopaje. Existe un deseo de competir contra uno mismo, de mejorar las marcas, de ganar tiempo al tiempo… «Y si hay dinero de por medio, mejor». Conseguir ayuda extra para los retos extremos no es complicado en el mercado negro de internet. Existen multitud de proveedores ilegales en China, la India o Latinoamérica que suministran EPO de incierta procedencia. La EPO falsificada no es cara, 600 euros una caja. Una jeringuilla tiene un efecto muy largo en el cuerpo. El problema consiste en que el atleta popular suele desconocer su proceso de fabricación y le pueden dar gato por liebre con el consiguiente peligro para su salud. Pero en esta época que nos toca vivir, de invasiva publicidad respecto a las pastillas adelgazantes, los antidepresivos o la disfunción erectil, hay gente a la que no le importa asumir riesgos con tal de despuntar en el deporte aficionado.