Verdades como puños, amigo Josele, y bastante aguante tuviste, si soy yo echo la pota viendo el espectaculo. Si se que el camping se iba a convertir en un parque de competicion de testiculina, por mis huevos que lo montamos en el Fariu. "Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras" "Cosas tenedes, Cid, que farán fablar las piedras"
Que barbaridad!!!!! Te mereces un report en una revista!!!! Lastima que las revistas de hoy en día sean casi casi cataloguchos......
Totalmente de acuerdo con MIKI. Las revistas de hoy ya no son lo que eran. Una cutrería todas. En fin. Dicho esto, yo no sé qué voy a hacer con este foro de clásicas. Cada vez que entre, lo hago poco a poco, porque como entre de golpe me da un patatús. Lástima de falta de tiempo, espacio y ganas para poder liarme como lo hacen los maestros del foro, léase, josele, entre otros. Enhorabuena por esa Salsa. Por cierto, algunas de las fotos buenas (te lo dice un fotógrafo )
Gracias por comentar. Creo que en esta bici van representados valores que pasado el tiempo cobran más y más fuerza. Por un lado el hecho de ser un cuadro con una historia detrás. Un tipo como Ross Shafer se mete a finales de los años 70 a experimentar en un sótano de Petaluma,California; en la fabricación de cuadros,pronto se sucedieron los encargos.Su vida dio alguna vuelta durante esos años primeros y las ganas de aprender le llevaron a viajar a Europa para empaparse de cultura ciclista,pero el arte lo tenía el mismo más que otros,algo que tuvo que explotar por su cuenta más tarde,llegó a trabajar para otras marcas mientras el también fabricaba en su casa.La primera Salsa a principio de los 80 se la hizo a el mismo,la paseó por las calles de su pueblo y su estela llegó a marcar un estilo inconfundible. Supongo que es el estilo del que lucha,sabe y hace las cosas de las que disfruta.Y las hace bien por eso mismo. La A la Carte es un poco el resultado de un sueño de alguien llevado a la realidad y que por casualidad o no se convirtió en algo significativo a recordar,aunque sea para unos pocos como somos en realidad. Y también que una A la Carte con acabado de pintura como este Jelly Bean es una seña de identidad inquebrantable. Estas cosas y estas historias son las que hacen que mi vínculo hacia estas máquinas idolatradas en la juventud se vaya reforzando con el paso de los años.