No fue a mi, fue a un colega. Yo fui a recoger el coche con él. Fuimos en su moto y yo traía su coche. No maté a 3 personas porque Dios no quiso. No fue ninguna broma.
A ti ya te colaron una giant de hacia 3 generaciones atrás. Una ganga!!! Eso sí, de puentes, lo último, lo más sofisticado. En el Carrefour venden unas bicis que tienen mejor relación calidad-precio y no desentonan con tus zapas de MTB y llevan los archiprobados y eficientes cantiliver que harán las delicias para los bolsillos de un inversor como tú
Lo he dicho otras veces...una milonga Traen material justo y bajo pedido muchas veces Así es normal no cargarse de stock
Eso fue que te pusiste a probar los frenos, los calentaste y los fundiste…y lo sabes. Les hiciste un Bora.
Pero no te preocupes que la paciencia y el dinero se acaba. No hay nada mejor que precios altos para que la gente deje de comprar. Por cierto, estoy flipando con AliExpress, es más caro que comprar aquí.
¿Qué tal con las 3.4? La verdad, yo con con las 2.2 estoy más contento. Al principio me parecían poco rígidas, pero en otra bici van bien. Ligerísimas y cómodas (me imagino que ceden más verticalmente que las 4.5).
Habría que ver con datos la ganancia aero de las 4.5, las 3.4 se notan menos aparatosas, más ágiles. Más aptas para ruedas únicas. También se notan menos sensibles al aire.
Cuento yo la historia, se puede escapar algún matiz pero viene a ser así. Todo empezó una fría tarde de enero. Torma se encontraba flojo, Sus 4,5 w/kg de pretemporada no eran gran cosa y, además, se sentía levemente cansado. La noche anterior había hecho el amor siete veces, que no es mucho para el, pero los años empezaban a pesar. Pero no se pudo resistir, la belleza de la tarde, con su cielo plomizo invernal y una leve bruma que desde el mar parecía querer arrancar el escaso color de los árboles, le sedujo, y le dijo “si” a su bmc, cuyos discos le miraban, como dos ojos, ávidos de calor. Mientras las ganas de pedalear le encontraban, no tardo en perderle la soledad, y pronto encontró a Tomás. Tomás Turbado era un máster y gallo local. Lo conocía de vista. No le despertaba mucha simpatía, pero si despertó su sed de sangre cuando le sobrepasó al inicio de un coloso de cuarta categoría sin saludarle. Torma apretó y Tomas inició una carrera como si le persiguiera el mismísimo diablo. Pero nada pudo hacer. Como Fignon en la crono de Luxemburgo fue sobrepasado por un prodigo de la naturaleza: nuestro Torma. Al llegar arriba Torma pidió un helado en un puesto habilitado y espero a Tomas, que venía con los ojos inyectados en sangre como consecuencia de la herida infligida en su orgullo. No saludo a Tormiña. Gran error. Peor que Craso en la batalla de Carras. Torma arrancó tras el y, a 90 por hora, se puso a su lado. Le miro con la cara con la que un triunfador mira al nacido para la derrota, con la que Mcgyver mira una avería sabiendo que era su final…Llegaba una curva. ¿Quién apuraría más? Torma llevaba discos, Tomas, puentes. Ambos aguantaron hasta los últimos metros, con la mala suerte para Tomas que la ineficacia de sus sistema de frenado le hico hacerse un recto y chocar con una pila de estiércol, que amortiguó los daños físicos y catapultó los morales hasta convertirlos en un rincón de odio en lo más profundo de su corazón, escondido lejos del orgullo, allí donde nadie lo pueda encontrar. Pasaron los meses. Tomas sufría en silencio su dolor generado aquel fatídico día y las hemorroides consecuencia de su sillin de carbono. Su trabajo le distraía. Le gustaban los coches y tenía la suerte de trabajar en un buen taller. Pero tanto le remordía aquel brutal ajusticiamiento que creyó estar volviéndose loco el día que vio a Torma en el taller, como una visión. Pero no, era real, era Torma que venía a buscar un coche. En ese momento su dolor noqueó a su razón e hizo algo imperdonable. Soltó los latiguillos de freno del coche de su archienemigo. Torma arrancó sin notar nada, pero en el primer descenso sintió como se hundía el pedal del freno sin ser capaz de detenerse. Cualquiera habrá tenido un accidente, pero las habilidades de Torma al volante, con un estilo mezcla de Michael Schumacher y Sebastián Loeb, le permitieron efectuar un derrapaje controlado que, una vez más, puso de manifiesto que mucho Cola Cao hay que comer para acabar con Torma. Más o menos esto es lo que paso.
¿Una mala noche? Faltas una mañana, ves el relato de lo que pudo ocurrir con Torma, y un Torma alborotado como una gallina... o al revés, un Torma alborotado como una gallina antes de ver el relato de lo que pudo suceder... El caso es que faltas una mañana y el gallinero está en pie para asistir a una epopeya cómica sin precedente en una Semana Santa, en la que la meditación y el ejercicio espiritual solían abundar por doquier... Atención a la aparición del protagonista principal de la obra... ForoMTB pasa a rivalizar en atención con las celebraciones eucarísticas. Nunca ponderaremos como merece lo que nos aporta un simple pedazo de acero para friccionar en una bicicleta... Saludos.
No voy a negar tu capacidad literaria y que todo lo que dices está basado en hechos reales al 99% dejando ese 1% a la libre interpretación del escritor. @Interaptor, te quedas atrás!!
Si te hubieses documentado bien sabrías que el de los latiguillos fue Ramón y no Tomás. Tomás le tenía inquina es cierto,pero es un cobarde además de llevar discos freno en la bici que eso hace camarilla. Ramón es un mecánico que anda en coche y no en bici,odia a los ciclistas y el colmo es ver a un fulano que tiene una bici que vale más que su Ibiza del 98 trucado y frena mejor...eso le pudo. Enviado desde mi SM-A600FN mediante Tapatalk