Hola, compañeros. Hace unas semanas pude hacer realidad el sueño que llevaba años persiguiendo y me vais a permitir que os suelte un tocho importante para celebrarlo. El pasado 19 de septiembre cogí mi bici, me subí aquí y empezó la aventura de visitar la que para mí es la Meca del ciclismo. Tras dos días de carretera y casi 1600 kilómetros llegué al primer destino del viaje: el Velódromo de Roubaix. La sensación de pisar ese sitio, tantas veces visto en la tele, fue realmente indescriptible y muy emocionante. Por suerte el velódromo está abierto al público y pude pasar un rato dando vueltas y saboreando el momento. El miércoles 20 ya hice noche en Oudenaarde. Ese iba a ser el campo base de la expedición. La ciudad es realmente acogedora y muy pintoresca. Es muy tranquila y tienes todos los servicios a tu disposición. Dormí un par de noches junto al rio Escalda y la mar de tranquilo. Me sorprendió mucho el tren de vida de la gente, vi más coches de alta gama juntos que en los últimos diez años en España. BMW, Audi, Porsche, Lexus, Land Rover a patadas e incluso un Lambo. También es curioso ver como esos coches duermen en la calle y en las casas no ves una sola reja en puertas o ventanas. El jueves 21 tenía planeado hacer la primera de las rutas, pero el clima belga no estaba por la labor. El miércoles por la noche empezó a llover y no paró durante 24 horas. Así que aproveché ese día para hacer algo de turismo y visitar alguno de los míticos muros que horas después iba a pasar con la bici. Por un lado me apetecía encontrarme con ellos directamente con la bici, pero pensé que era buena idea reconocerlos y disfrutarlos con tranquilidad. Visité el museo y aproveché para comprar algunos regalos (ojo con los sablazos) Acto seguido me fui a visitar los míticos Paterberg y Koppenberg. Verlos en persona supera cualquier expectativa y son absolutamente imponentes. El Koppenberg no engaña, desde abajo ya ves la absoluta locura que supone subir eso, asusta y enamora al mismo tiempo. El escenario es precioso y la rampa es descomunal. El Paterberg me sorprendió en persona. El escalón es tan bestia que no ves lo que hay detrás y el trazado muy recto impone bastante. La perspectiva desde su base es impresionante. Vistos así, el Paterberg asustaba más que el Koppenberg... nada más lejos de la realidad jejejeje Sigue...
Por último, pero no menos importante, me desplacé hasta el nucleo central de mi viaje: EL KAPELMUUR! El entorno es increible y la lluvia hizo que fuera mágico estar allí. Tenemos la imagen de los ciclistas pasando y del público animando como locos. En un día normal es un sitio tranquilo, lleno de paz y realmente hermoso. Me emocioné de verdad, no pude evitar soltar alguna lágrima. Tantos años soñando con ese momento y por fin se hacia realidad. Ese sitio hay que visitarlo sí o sí, hacedme caso. Esa misma tarde, aún con la lluvia, no me pude resistir y me lo subí cuatro veces. La subida es una maravilla. La subida en sí es bastante llevadera, el punto realmente duro es la recta en la que Cancellara atacó a Boonen en el 2010. Esa recta y su curva final son realmente duras y con agua se convierte en un ejercicio de equilibrismo muy entretenido. Llegados ahí solo te queda disfrutar de la curva final y ver aparecer la capilla. No es muy dura, pero como llegas tostado se puede atragantar. Ese momento es imborrable. Me podría haber pasado horas subiendo y bajando, es tan bonito como imaginaba o más. El viernes 22 por fin puedo salir a rodar y empezamos con esta ruta: Salgo desde Kluisbergen y abrimos boca con el tríptico Oude-Kwaremont / Paterberg / Koppenberg y seguimos con Mariaborrestraat/Steenbeekdries, Taaienberg, Eikenberg, Wolvenberg, Ruitesstraat, Kerkgate, Molenberg, Padestraat, Berg Ten Houte, Kanarieberg y Oude Kruisberg. Casi toda la traca de la zona metida en 86 kilómetros. Nada de lo visto o leído te prepara para lo que te vas a encontrar una vez ahí. Los primeros adoquines me los encontré subiendo el Oude-Kwaremont y, como no vas muy rápido, piensas: "bueno, no es para tanto", pero cuando coronas y empiezas a coger algo de velocidad en la parte más llana (donde cayeron en 2017 Sagan, Van Avermaet y Naesen) se te borra la sonrisa de la cara. Virgen santa! Oude Kwaremont se sube bien. La dureza está más en la longitud y velocidad de paso sobre el adoquín en la parte final que en el desnivel. El Paterberg es una belleza y te hace sufrir de lo lindo. Llegas a toda mecha, a través de una bajada muy estrecha y delicada si hay agua, giras 90° a la derecha y te encuentras con el muro. El trazado en prácticamente recto y el tremendo escalón central acojona sólo con verlo. Ahí tienes que darlo todo y el subidón al coronar es indescriptible. El mítico Koppenberg me hizo echar pie a tierra. La zona más dura del Koppenberg coincide con el pequeño bosque que forma un túnel y permanecía mojada. Eso complicó la cosa a base de bien. Es una lucha constante por no desmayarte, buscar aire, buscar tracción y mantener la rueda delantera pegada al suelo y en la línea que quieres porque los adoquines te hacen ir un poco por donde ellos quieren. Cómo será la cosa que, en un instante antes de echar pie a tierra, me adelantó un tipo corriendo Tuve que andar unos 20 metros y luego llega el siguiente reto: subir de nuevo a la bici en una rampa del 18% mojada y con adoquines. Me hicieron falta tres intentos. El resto pasó sin mayores problemas, hasta llegar al Oude Kruisberg que se me hizo larguísimo y me hizo sufrir de lo lindo. La zona final adoquinada, justo donde VDP atacó este año, se me atragantó bastante. Mención especial para Molenberg y Paddestraat. El Molenberg me pareció de lo más top. El adoquín es de los más bestias, hay unos socavones importantes, el escenario no puede ser más bonito y subirlo es una verdadera pasada. Super recomendable. El Paddestraat es un infierno de 2,5 kms, siempre picando hacia arriba y botando como una cabra. Es lo más parecido a Roubaix que te vas a encontrar en Flandes y te deja el cuerpo fino. Sigue...
Del segundo día de ruta no tengo fotos porque no puse el móvil a cargar y andaba muerto de Batería. Únicamente tengo esta del conocido Chalet Gerard. Esta es la ruta que hice, con salida y llegada en Brakel, pasando por Valkenberg, Leberg, Berendries, Tenbosse y Kapelmuur de nuevo... uno nunca se cansa de ese muro. La dificultad mucho menor en comparación con la primera ruta. Casi todos los muros son asfaltados y la diferencia con los adoquines es abismal. Parecía un paseo en comparación con el día anterior. Por la tarde visité el monumento en memoria al creador de la carrera. En el mismo monumento hay un homenaje a todos los ganadores de la prueba. Sigue...
El domingo tocaba probar los tramos de Roubaix. Haría Carrefour de l'Arbre de manera individual y luego una rutita encadenando Trouée d'Arenberg, Pont Gibus, Orchies, Bersée y Mons-en-Pévèle. Esto es harina de otro costal, los adoquines aquí son una autentica locura, son demoledores. Son más grandes que en Flandes, la separación es mayor (en algunos casos da miedo) y los tramos tienen una chepa tremenda. La diferencia de altura entre el centro y los laterales es muy tocha. Añade los charcos que la lluvia había dejado y tienes un escenario realmente terrorífico. En Arenberg tuve la feliz idea de entrar a fuego y me arrepentí a los 50 metros. La sensación de que la bici y yo nos íbamos a desintegrar era absoluta, es alucinante. Lo de los pro rodando por ahí a 50km/h es increíble, cuesta imaginar lo que debe ser eso. EL merito y los coj@nes que tienen no caben en este foro.
Para los que tengáis pensado ir: Nada te prepara para lo que vas a sentir pasando los adoquines... para lo bueno y para lo malo. Durante los tres días, fueron muchos los ciclistas que vi y ninguno me lo crucé en los tramos de adoquín. De hecho la gente que te cruzabas, andando o corriendo, te miraba con cara de "ande va este'" Eso ya te da una idea de lo duro que es para la bici y para ti. En los muros son más llevaderos por la baja velocidad, pero en tramos llanos o de bajada los rebotes son brutales y te destrozan entero. Dicen que cuanto más rápido pasas, más "suave" es. Lo que no te dicen es que alcanzar y mantener una buena velocidad es muy complicado... al menos para un tipo con mis características físicas. Entrar en Mariaborrestraat a 45km/h es la experiencia más dolorosa que he experimentado en mi vida sobre la bici. De locos. Tienes que ir muy pendiente del desarrollo y de la dirección. Lo primero para encontrar una cadencia adecuada y lo segundo porque la rueda va como una cabra de adoquín en adoquín. También dicen que hay que agarrar el manillar firme, pero con suavidad. Pues yo me sorprendía cada dos por tres agarrado como un animal y es que el instinto te empuja a hacerlo aunque no quieras. La parte de Flandes la hice con las ruedas chinas de carbono (perfil 50) montadas con cubiertas Vredestein Fortezza Senso de 25 y cámaras Continental de 100 gr. Para Roubaix monté unas ruedas Campagnolo Calima con cubiertas Bontrager, también de 25 y las mismas cámaras. En ambos casos el material aguantó sin mayores problemas y no hubo ni un solo pinchazo. Por último comentar que las carreteras son bastante chungas, en realidad no es un sitio agradable para ir en bici, aunque parezca mentira. Tienes los adoquines, tienes caminos estrechos de hormigón (ojo con las juntas de dilatación), tienes otros también estrechos asfaltados y sin arcén y las carreteras principales tienen un carril segregado que estos días, debido a las lluvias, estaban muy sucios. Rodar en solitario es factible, pero rodar en grupeta tiene pinta de ser una odisea. Comentar que los coches, en esas carreteras estrechas y sin arcén, te pasan a un palmo los muy c@britos. Es algo que me llamó muchísimo la atención. No es un sitio amable para rodar, la verdad. Dicho esto, volvería mil veces si pudiera jejeje
Yo llevo dos años seguidos yendo a la zona, y es una auténtica pasada. En 2022 a hacer De Ronde y ver la carrera de los pros, y este 2023 que pilló en semana santa fuimos de martes a lunes a hacer una mini De Ronde (120 kms con todos los muros) por nuestra cuenta el miercoles, un reconocimiento bajo la lluvia de Roubaix el viernes, y la Paris Roubaix challenge el sábado. La clave es acertar con la presión de las ruedas. Ir muy bajo para una carretera normal (4 o 4,5 bares), pero sin quedarse corto para no reventar o pinchar. Parece poco, pero tras el primer tramo de pavé ya ves si vas botando o no y se puede corregir. Los tramos de Roubaix son mucho mas exigentes, y en mojado una locura. Pero se pueden pasar. Y en Flandes se sube bien todo salvo el koppenberg, alli hay que hacer equilibrios a 5 por hora para no poner pie a tierra. Si pillas atasco olvidate.
Esa era mi intención, pero me encontré con un problema: las dos cubiertas que utilicé indicaban una presión mínima de 6 bares. No me quise arriesgar a bajar de ahí por lo que pudiera pasar y es obvio que iba muy alto de presión para mí peso.
Aupa Kapelmuur, Leyendote me has hecho recordar los tres días que pase en el verano de la pandemia del 2019 en Oudenaarde. Hice los tres recorridos que salen desde el museo, a pesar de los carteles me perdí los tres días. Alucine. Me he sentido totalmente identificado con lo que pones acerca de los muros y del paves, sobre todo con lo de entrar en los tramos de adoquines a velocidad, parece que vas a romper hasta las pestañas y con lo que se refiere a como se debe sujetar el manillar. La teoría es la que tu has comentado otra cosa es conseguir que tus reacciones instintivas hagan caso a lo que el cerebro les dicta o intenta dictar. Yo hice la prueba de entrar a velocidad en un tramo de pave de algo más de un kilómetro bastante llano con tendencia hacia bajo (no recuerdo cual era), y lo tuve que dejar por que no era capaz de aguantar aquella tortura, física y psíquica. Como chillaba la bici!!!! También recuerdo que en esos tres días creo, tal y como dices tú, que no me cruce con nadie en los tramos de paves. Viaje muy recomendable
Gracias por el aporte, dan ganas de hacer el petate e irse para allá. Por lo que cuentas, creo que en vez de la flaca me llevaría la de ciclocross con ruedas lisas de 28 o 32 Algún día...
Aupa, compañero! Perderse es fácil, aquello es un auténtico laberinto de pequeños caminos rurales. Yo no me perdí porque habré visto cientos de veces repetidas las Ronde en Youtube y porque hice las rutas en Google Maps tres millones de veces jejejeje Me las sabía de memoria! La verdad es que las sensaciones que vives allí son inolvidables. Es un viaje que todos deberíamos hacer. Ese tramo que comentas podría ser Holleweg (tal vez Mariaborrestraat), está coronando el Wolvenberg a mano derecha en el cruce de caminos. Yo ahí tiré recto por Ruitesstraat que es parecido. Fue el primer tramo de adoquín que pisaba y el shock fue instantáneo jejejeje Es un infierno, pero al día siguiente de llegar ya estaba pensando en volver.
Tienes que ir sí o sí. Si te gustan las clásicas es peregrinación obligatoria. Vete con la flaca y métele la rueda más gorda que puedas, pero por ahí hay que pasar con la flaca. El sufrimiento hace que la satisfacción sea mayor.
Que envidia!!Para mí ahora mismo con la situación familiar que tengo sería imposible a no ser que me marchará de casa solo una semana,pero algún día iré amigo
Pues que eso no suponga un obstáculo, yo me fui sólo y he disfrutado a saco. Espero que cumpla el deseo y visites Flandes.
La pandemia fue en 2020 Yo estuve 10 semanas de julio a septiembre del 2021 Si pudiera volvía otro par de meses ahora en temporada de carreras de CX
Os dejo alguna fotillo mas. Me pasé a visitar esta carnicería y le llevé la foto que pongo debajo, ampliada y enmarcada. El tipo fue super amable y se quedó flipando jeje Estuvimos charlando un buen rato y me hizo unos regalos a cambio. Una especie de longaniza de Pascua, una baraja de poker con una imagen de Van Aert en el reverso y un libro con la historia de la carnicería que lleva abierta desde 1700 y pico. El jefe es el que aparece con una boina a la izquierda de la imagen, Gastón. La parte más dura del Kapelmuur. El sitio donde Cancellara atacó a Boonen. La foto está hecha desde donde están los polis en la segunda imagen. Es la parte más dura con diferencia. Iglesia de San Andrés en Strjjpen. La zona está plagada de iglesias muy guapas, aún en los pueblitos más pequeños. También hay decenas de pequeñas capillas junto a la carretera. La que os pongo bajo está justo donde empieza la parte dura del Valkenberg. Tu visión al entrar en el Trouée d'Arenberg.
Enhorabuena por el viaje y cumplir tu sueño, y muchas gracias por mostrárnoslo. Por cierto, me encanta la foto de la carnicería
