La fecha de la Maraton del Noroeste es el 23 de abril. Palmero, si tienes dudas pregunta, que soy uno de los organizadores. No es que sea mas "casera", es que no tenemos el tiempo ni el dinero ni los contactos de la gente que organiza el Open de Gran Canaria. Esta es una maraton diseñada para el que le gusta el MTB puro y duro y le gusta sufrir (para eso esta el Farragú y el Montañón), cuando miré el recorrido, lo hice como a mi me gustaría que me hicieran una maratón. Hay dos recorridos, 41 y 72 km. La de 72 km es molto heavy. Por cierto, las inscripciones serán en Burbujita probablemente, seguiremos informando Saludos
Atila :bye ,De todas formas nos corresponde a todos nosotros el hacerla grande, con una inscripción masiva y que no falte nadie.Y ya veras como no tendrá nada que envidiar a esta.
Hola a todos. Atila, decir que nosotros (los que podamos) estamos para lo que haga falta, nos mostramos a tu disposición y a la de Natural Bike para organizar la carrera. Desde limpiar caminos hasta lo que quieras. lo único que no tenemos es dinero, pero con voluntad todo sale. Lo único que pido es que no hablen alemán durante la entrega de premios, que el sábado no me entré de nada. To dios se reía de los chistes que contaba el que hablaba y yo no me enteraba de nada. Alekula, recupérate!!!, mira que se hizo dura la jodia carrera!!!!. Muy bien los animadores canarios. Son unos puntales (Ferke, Mario, josé, Luis y las chicas de Bicimolino, ....)
Buen duelo q sufrimos ehhh bicimolino2!!! dió gusto por lo menos por mi parte en esas partes tan duras donde no caminabamos ni con el plato chico,jeej,estas como una moto bandio!!enorabuena por ese puestazo!!
pos atila aqui tienes a un aprendiz de aprendiz k se apunta fijo, me tendre k poner a areglar la burra de rally!!!!
Pues ya me quedé con un sabor agridulce. Terminar terminé, eso estaba claro, pero anda que no sufrí! Empecé con Rudolp al golpito en la primera subida de carretera. Siempre muy suave y sobrado, pensando en apretar más adelante. Antes de llegar a la carretera de Fataga me paré a "aliviar la vejiga", limpiar las gafas y estirar un poco. Total con todo lo que quedaba poco iba a perder por parar 3 minutos. Subiendo fataga se me pegó un tio a rueda y no me dió un relevo en toda la subida. Yo iba reservando porque ya me veía cascando en Aldea Blanca. Lo oía detrás resoplando y rozándole el desviador. Cuando miré hacia atrás vi que era un carretero con una flaca. Le hice toda la subida al c*brón. ;-) Bajando por Los Sitios iba ventilándome peñita sin tino, sobre todo en la pista destrozada. Luego en el barrando de Tirajana me lo tomé más suave, cuando alcancé a mastro Hugo me quedé con él bastantes km. Luego llegó Atila, que lo ví cojonudamente bien, por cierto ;-) Antes del tramo de pateo me relajé un poquito y para arriba. En el avituallamiento de Christian, donde estaba el juez que se va a llevar una cachetá (si no es mia será de otro, ¿verdad?) fue el primero en el que paré y llene el camel a tope. Anda que no animaban Mario y Jose con la peluca! jejeje Por allí para arriba iba tratando de pedalear redondo, intentando evitar los tirones, que ya venían a flor de piel...hasta que una abeja "exploradora" me picço en toda la oreja la muy hija de p. Anda que no duele!! c*go en la ost!! Pues yo seguí con mi orejita carnavalera. Y al rato se me metió otra en el casco y Alberto-Moya me ayudó a quitármela. Seguí para arriba ya bastante tocado muscularmente. En la carretera estaban Leblanc, Fer y su novia dando cocacola y unos ánimos que no veas. Allí empecé a coger algo de ritmito, que tampoco es que fuera ninguna pasada. La bajada de asfalto a lo motoGP y la parte de tierra la hice pudiéndome desahogar bien con los pedales. Donde empezaba la bajada empinada iba a rajar con mi alfombra voladora. Hasta los moteros me hicieron la ola ;-) que para eso los conozco jeje y en un rectón de soltar freno y rezar, cuando ya veía a un chico apuesto con una Jekill y maillot/mochila azules se me rebentó el tubeles trasero el muy piiiiiiii (autocontrol) Estando allí, mientras reparaba me pasaron unos cuantos, como 5 o 7 personas, entre ellos Alberto, Maxi y alguno más. P*tadçón pero las carreras son así. Luego llegó mastro Tino de Arucas y me ofreció un cambio. "Te espero y nos hacemos compañía en lo que queda" jur jur me vino que ni pintao y bajamos al tran-tran hasta la meta. Me salieron 7:03 en la clasificación para los 101.6km Sinceramente, pensaba que lo iba a hacer mejor. Sé que con lo que estoy montando no es para tirar boladores, pero las circunstancias hicieron que la carrera fuera así. Mi balance general es que soy cada vez más fatiga, pero la clase sigue ahí (dejen me que autoengañe ;-) ) La organizacióm un 10. La señora Petra sabe lo que hace y se puede decir que organizativamente es la mejor prueba que tenemos. La asistencia; qué decir! Una pasada. Todo lleno de maillots de colores y raros. Unas bicis tremendas y bastante exóticas. Las fotos de la web oficial: http://nyx.at/canary/show_page.php?pid=408 Un abrazo a tod@s
muy buena Melo!!q crack de hombre..fijense si es sufridor q no se quitó el aguijón de la abeja hasta q en meta se lo quité yo..me da q era para demostrar q le había picado!! BRUTO!!! jajajaja... Pd:q pasó con el juez??
oshhh muy guapas esas fotos..os djo por aquila de algun forero.. q guapo salió er alekula..ayyyyy mi aaarma!! chupando cámara y rueda!! uno de los bicimolinos(sorry porque no me sé los nombres!!!) mas.. esos bicimolinos!! (esta foto se sale!) mastro N@no
alekula,cada vez me gusta ver tu culito pummm,jejejejejje meloki,la foto muy bonita,?fue tan duro como la subida a las cañadas del teide de la red bull?,tu puedes con eso y mas milmano. salu2 peñita
alekula,cada vez me gusta ver tu culito pummm,jejejejejje mmmmmmmmmmmm,q ricoooo federicoooooooooooo,siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ooooooooooooooooooooooooo siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii daaaaaaaaalllllleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee,adiu!!
ok,avisame cuando sea el próximo tenderete,q intentaré estar el primero con el baya baya en la mano,salu2s MAKI
alekula,uuuuummmmmmmmm,en tu casa o en la mia,que toy tenso como san lorenzo,aaaaaggggggg fiera salu2 peñita
Ya hace 3 años del último Red Bul Time Out y aprobecho para celebrar la efeméride reponiendo la supercrónica-ladrillazo de aquellos días. VIERNES 14: Llego al barco a eso de las 17 h. Soy de los primeros y mi bici es la 3ª en la bodega del barco. Al entrar voy saludando gente conocida y lo primero que quiero hacer es conseguir que me asignen un camarote en el centro de barco por aquello de que en el centro es donde menos se notan los meneos y donde mejor se descansa. Me dicen que los del centro ya están cogidos y me sorprendo porque soy de los primeros. ¡****, se podían reservar o que! Me asignan el 18 para mi a para el listero Juanma Pinilla. Un camarote en la proa. Voy a verlo y me sorprendo por lo apañaito que parecía. Era de los más grandes, así que no me quejo. Dejo allí la maleta y me doy un paseo husmeando por el barco...... La cena: Se ve a la gente emocionada, viendo caras nuevas y todos con mucha hambre, unos por las horas de viaje y otros no tener otra cosa mejor que hacer. Terminando de comer veo al listero M.A. Galán con un grupo de corredores. Vienen a saludarme, así que me supongo que sean los demás listeros y lo eran. Termino mi cena y me siento con ellos. Buenas charlas para ir conociéndonos. SABADO 15: GRAN CANARIA Despertador a las 6:40 para desayunar a las 7. Esta va a ser la rutina durante estos días. Terminamos de preparar las bicis en la bodega del barco. Veo a todo el mundo poniendo venenos en los bidones de las bicis. Mucho XTR, mucha tope de gama, mucho equipaje tope fashion...Debía ser el único con pelos en las piernas y con un cigarro en la boca. Eso me gusta... Nos dan la salida neutralizada. Desde Arguineguín hasta Bahía Feliz, creo que 25km de repechitos por carretera. Filip Tavell se paró a mear al menos 3 veces y nos descojonábamos. En Bahía Feliz nos dan la salida estilo Le Mans. 3, 2, 1, YAAAAAAA!!!!!! Salieron todos corriendo a por las bicis. ¿No saben lo que queda? No lo entiendo. Mi bici fue la última en levantarse del suelo. Me partía la ***** de la gente apurada como si fuera un rally de 2 horas. Salí literalmente el ULTIMO, sin prisas y sin pausa fui remontando posiciones por las pistas de la primera parte de carrera. Iba intentando no emocionarme más de la cuenta e intentando autocontrolar ese impulso que te hace intentar coger al grupo de delante tan rápido como puedes. Intentaba ir bajito de pulsaciones. En algunas zonas de pedregales me dejo ir por aquello de no pinchar las gomas de 1.5 y porque la bici se hacía bastante inconducible. Es lo que yo llamo conducción maratón, no vas tan loco como en un rally pero tampoco vas a ritmo gay. En la primera subida del día las sensaciones no pueden ser mejores. Un tío con una Trek de carbono me pone el ritmo ideal y de vez en cuando le doy algún relevo (perece que el quiere hacer todo el trabajo). Vamos pasando gente y las gomas finas van de ******* aquí. Buen suelo con buena tracción y no muchos baches. La subida dura unos 10km y a la altura del 8 mas o menos me empiezo a notar unos problemas musculares en los muslos, esa sensación precedente al calambrazo que creo que todos conocemos. Con mucha frustración me paro a estirar y monto con un ritmo suavecito, intentando mover las piernas con soltura. (he de decir que estaba bastante frustrado porque esa subida la he hecho bastantes veces con más kms en las piernas y no podía entender lo de los calambres, y más pensando que nunca sufro de estos problemas musculares) Al poco llega Miguel Galán y me da ánimos, cosa que se agradece. Conocía la etapa (o al menos eso creía) y pensaba que si ya estaba así lo tenia crudo para terminar, pero ganas de sufrir no me faltaban. La bajada hasta el primer avituallamiento la hago a duras penas porque malamente me podía poner de pie. Allí me dieron sales, un masajito y me esperaban 2 amigos de las rutas para ayudarme a bajar por la pista de callaos. Estuve unos 15 min. y pude ver como le hacía los desajustes a la bici de Mati. ;-) Salí por la pista un poco más recuperado pero la pista tenía tantas piedras que se sufría bastante por allí. El colega que iba conmigo marcándome el ritmo (un ritmo que no podía seguir) me dijo “Melo, pues si que estas mal” ;-) a lo que yo respondí “como me subes la moral!”’ Pasé los duros repechos que preceden al Barranco de Guayadeque comiendo y bebiendo las sales, parece que estaba saliendo del agujero. Llegamos a Guayadeque. En la parte baja me dicen que voy el 22 por la cola. En el asfalto voy a buen ritmo. Voy pasando gente sin parar y nadie me pasa a mi (eso es bueno). Creo que debí pasar a unos 10 en la carretera. Estaba deseando llegar al bar de arriba para pedir 2 coca colas y seguir. En la pista de tierra donde empieza el infiernillo voy como puedo, con el plato chico y bajándome de la bici en las peores rampas. Más adelante, donde se supone que empieza el asfalto otra vez veo que nos echan por el camino real que sube directo hacia la Caldera de los Marteles y me alegro, porque caminando con la bici voy bastante bien de velocidad y aquí me van bien las ligeras ruedas (la bici se queda en 9.9kg) y las zapatillas de suela flexible. >>>Choooooooouuuuuuffffffffffff >>> Voy como un tiro por el camino, me encuentro al listero Manuel Zapata (perdón si me equivoco con el nombre) al que reconozco por la canondale y nos saludamos sin parar. Cazo a Javier (bicicleta bergwerk), mi rival de las carreras de las islas y le propongo que me deje pasar para que se aproveche de mi ritmo de caminata. Vamos caminando y pasando gente, vamos sufriendo como condenados. Me duelen las plantas de los pies, los talones, el cuello, los antebrazos, los muslos están a la mínima para el tirón, pero estoy relativamente contento porque en poco estaremos bajando por el Roque Saucillo directos hacia el hotel. Y UNA ******!!! Cuando veo donde han puesto el avituallamiento y veo la pista por la que nos hacen bajar (la del año pasado) veo la crueldad de lo que nos espera (porque me conozco la isla, cualquier otro podría pensar que era todo bajada). En el avituallamiento me esperan 4 colegas del barrio con los perros, los petas, las birras....*****, casi no puedo ni saludarlos de la borrachera que llevaba (yo). Estoy con ellos unos minutos, me pusieron el paravientos, el cigarro en la boca y me empujaron por el pistón de bajada de 9 km con un frío de putisima madre. Al poco alcanzo a Javier, que va tocado de brazos y le marco mi mediocre ritmo (yo tampoco estaba bien). Voy fumando del cigarrillo que llevo en la comisura de los labios y diciendo palabrotas en honor a los de lastlap, a la vez que trato de ir adivinando las curvas y baches de la pista a través de la niebla (la pista me la conozco). Terminamos la pista y volvemos al asfalto. Unos kilómetros más de bajada para llegar al pueblo de Valsequillo. Las piernas ya van bien. Es increíble como te puedes recuperar en una etapa tan larga, de ir fatal por los tirones a ir subiendo como motos por los rampones de Valsequillo. Sigo con Javier (él y yo tenemos ritmos muy similares) subiendo y pasando a los pobres zombies que nos encontramos por la carretera. Se termina la subida de asfalto y empieza el camino real que lleva a San Mateo, un camino empedrado, de piedras grandes, de esas que te joden para llevar la bici arrastrando y es mejor echártela al hombro y con mucha retama (arbusto) a los lados que te van raspando los brazos. Que crueldad más grande la de Pedro el que trazo la etapa!! Subía pasando a los pocos que me encontraba, fijándome en ellos a lo lejos para tenerlos de referencia, llegar a ellos, animarlos y seguir con la condena de terminar aquella etapa que según dicen ha sido la etapa más dura hecha nunca en una competición de MTB. Javier se queda, eso me sube un poquito la moral aunque lo siento por él. Coronamos aquel camino y me encuentro con un motero que me dice que queda un km. y después todo es bajada. Lo miro con cara de asco porque sé perfectamente lo que queda, esa es una de las ruta extreme que tengo para los clientes del hotel. Subo las rampas a plato pequeño pero buen ritmo (no puedo más), hace mucho frío y cae una ligera lluvia. Voy pensando en lo crueles que son los organizadores, en llegar “on time”, en la dura bajada que queda...cuando me doy cuenta estoy llorando de desesperación, mi mente ha llegado a ese límite en que necesita descargarse y llorar a lagrima tendida. No me vio nadie. Empiezo la bajada hacia la meta, voy tan tocado que no puedo pilotar con soltura, intento ir rápido pero mi ritmo, a pesar de conocer cada piedra de la pista, no es bueno. Llego a las 4 casas que forman el pueblo de la Bodeguilla y veo que han puesto lo que se había pensado en un primer momento: subir la Montaña Roja por el camino de atrás, un camino que te obliga a echarte la bici al hombro y que tiene unas pendientes que son una pasada y que además no tiene tracción para las zapatillas. Que ********, eso se había pensado para una etapa en la que todo era ciclable, pero no para la salvajada de hoy. Coronando la montaña echo otra lagrima, al ver la meta. Voy bajando hacia el ansiado arco de Red Bull y no me lo creo. Paso por la meta, las chicas me paran y me dicen: “no te lo vas a creer, has llegado on time”. Solo pude decirles (mi mente no estaba para pensar ni para nada) que debían darle el “on time” a todos los que llegaran a meta. Creo que en esto todos los listeros estamos de acuerdo. Viene a ver Fernando el de lastlap y le digo medio mosqueado que qué se cree que somos, que como se nota que la etapa la ha trazado un tío que va en moto. También le dije que menos mal que no me lo encontré en algunos momentos de la prueba porque era capaz de tirarle piedras... Bajo al hotel y allí me encuentro el pedazo de tenderete que me pasé 2 semanas organizando con la jefa, estaba todo perfecto. Allí había más amigos míos, mis padres y los valientes corredores que habían pasado la etapa. 2 cigarritos (llevaba unas cuantas horas sin fumar salvo el que me fume en la pista de bajada) 2 platos de pasta, un té y pal barco con un grupo de unos 15 ciclistas. Llegamos al barco y empieza una rutina a la que pronto nos íbamos a acostumbrar: Firmar, aparcar la bici, ducha, masaje el que lo quería, cena, briefing a las 10:30 (al briefing casi mejor no ir porque era una mentira tras otra), ver el vídeo de la etapa si lo ponían y a la cama que mañana nos levantamos a las 6:40.... Continuará en la etapa de Tenerife...
Hola a tod@s: Se que es tarde pero ahí va esta y que conste que quedan 2 etapas más y las fotos. Recomiendo ir a la cocina a por galletas o asegurarse de que el jefe esta bajo control ;-) 2º Etapa: Tenerife "la subida tendida....seran hijos de ****....!! " Me despierto a las 6:40. Estoy molido, destrozado, no sé como voy a montarme en la bici pero lo voy a intentar porque se supone que un puerto de 49 km. se adapta bien a mis características aunque tengo miedo de que los problemas musculares (unos tirones injustificados) de ayer me jodan el día. Bajo a la bodega correctamente disfrazado y reviso el estado de la derbi: barras de la horquilla hechas un asco, cadena seca, primeros síntomas del “rotor guanche” (el cuadradillo de la biela se empieza a quedar redondo acusando un movimiento nada deseable y que me hace temer el poder abandonar por rotura mecanica), y lo ajusto todo. Tramo de enlace de unos 25 Km. De repechos hasta el Médano. Tramo cronometrado: Salimos por unas pista de arena compactada y empiezan los repechos. Unos cuantos km de sube y baja que me hago con Carlos Orche en un divertido tu me pasas y yo te paso. Un cámara nos grabó varias tomas y creo que debió salir bonito. Al menos lo íbamos pasando bien. En una de las subidas me doy cuenta de que unas de las bridas del computer de la bici se ha soltado del manillar y lo termino de arrancar para no perderlo. Al poco me encuentro a Galaneitor con la pierna sobre el sillín (estirándola) y me dice que la duele la rodilla y que no puede más, me dolió ver esto ya que sé que el año pasado abandonó por el mismo problema. Al poco empieza la subida. Al principio se presenta en forma de autopista de tierra, muy poco pendiente, unos 6 metros de ancho y un firme buenisimo. Pienso que estoy en mi terreno y empiezo a mentalizarme de que ahora toca sufrir, como algo y apreto un poco el ritmo. Paso a unos cuantos que tenia a lo lejos, poco a poco y la pista pasa a ser carretera estrecha y pendiente. Voy bien, sufriendo, notando la paliza del día anterior pero con ganas. Al poco llegamos a un cruce y nos hacían ir unos 2 Km. Semi llanos que me sirvieron para tomar aire y comerme un powergel. Otro cruce y rampones de carretera. Noto los muslos sobrecargados y estoy deseando que las rampas sean lo más duras posibles para echarme a caminar un poco y descargar algo. Es aquí donde empezamos a subir en línea recta hacia el Teide. La subida hace como barrigas con rampones y descansillos con buena pendiente. En una de estas rampas me bajo de la bici y camino ligero pasando gente (ellos van montados con el piñón de rescate). Al poco alcanzo a Mati y Sergio con los me pego buena parte de la subida. A estas alturas ya estamos en medio de las nubes y hace un frio que es el aperitivo de lo que viene. Llegamos al avituallamiento en las primeras zonas de tierra. Allí está Edmundo, el que trazo la ****** subida al Teide. Nos da agua y nos dice que queda como una hora y media de subida asi. Supongo que mucha gente no se creería que quede tanta subida con ese desnivel pero en Tenerife y con ese coloso te lo puedes creer. Allí me puse el para vientos porque empezó a caer una lluvia bastante fina. También veo con sorpresa como llega Galaneitor, que dice que bajó la altura del sillín y le dolía menos la rodilla. Creo que aquí íbamos juntos Carlos, Galan, Mati, Sergio y yo. Empezamos a subir (seguimos subiendo) por aquellas crueles rampas entre la niebla. Yo unas veces iba caminando y otras montado. Allí los descansillos debían tener el 15% de desnivel y cada vez hacia más frío y pesaban más las ruedas por el barrillo. A veces me quedaba unos metros con Galan, que decia que no podía caminar, que así le dolía más la rodilla, otras veces me veía con otros listeros. Todos con las caras pálidas y las facciones marcadas por el esfuerzo. Solo puedo decir de esta parte de la etapa que era deprimente, que no me podía creer que tipo de experimento estaban haciendo con nosotros. Había que ver a las motos escarbando en esa subida (si a las KTM les costaba...)Ya mucho más arriba me paso un buen rato con Galan. Vamos medio charlando para pasar el trago lo mejor posible. Fue con él con quien pasé el cambio de pista super empinada a pista empinada, algo que se agradecía. Metí el plato mediano después de una pasada de km. con el chico y parecía que la cosa iba a mejor. Seguía haciendo un frío de la ***** y no se vía nada x la niebla salvo los pinos que estaban pegados a la pista. Le digo a Galan que me paro a echarme una chocolatina, que me empiezo a sentir vacío y me dice que el para un poco más adelante. No lo vi más. Me siento en el suelo en medio de la pista, saco todas las chocolatinas que llevo y las pongo en fila como cuando jugaba con los cochitos de “matchbox”. Solo quería comerme las que más me apeteciesen y fue lo que hice. Yo en mi mundo, con mi borrachera deportiva y mi bajón anímico-fisico. Tengo una foto de mi cara en este momento. Creo que pasó Carlos y Sergio mientras estaba en mi momento bajo. Al poco llega Mati, con el que prosigo. Con él llego al avituallamianto del Km. Nosecuanto. Alli estaban dos chicas con el mini de Red Bull que nos dicen que quedan una jartá de kms (ni me acuerdo de lo que dijeron). Momento depre, me estoy hundiendo. Ya no voy tan mal fisicamente, los muslos me responden, los brazos también y tengo el culo bien dolorido, pero es la moral la que tengo fatal. Maldita gana que tengo de pasar estas penurias, no pienso en abandonar en ningún momento, pero si que pienso que cuando termine este infierno venderé la bici y me compraré una en altus para hacer el gay, pienso en no hacer ni una sola competición más, pienso en perder la forma, sacar barriga y contar batallitas de cuando yo corría... Bueno, que despierto de este sueño apocalíptico y veo que estoy más solo que la una, que er Mati se perdió entre la niebla y ya hace un ratote que no veo a nadie. Lloro como un chiquillo, lloro de desesperación por terminar la ****** etapa, lloro por descargar todo lo que llevo dentro y por la crueldad de los organizadores. Al poco de quitárseme la llorona me da una subidilla de moral. Apreto a voy a buena velocidad por esas pistas de dios. Me encuentro a un motero “el de agua, plátanos, barritas” y me dice que quedan unos 15 Km. ¡15 Km. Más de subida! Vuelvo a llorar, ahora bajado de la bici y comiéndome alguna otra chocolatina. Aquí, en este triste momento me saqué otra foto para la posteridad, quería recordar este momento aunque solo fuera para saber hasta donde soy capaz de sufrir por cabezón, porque si me empeño soy capaz de terminar esta etapa de #ier#a. Sigo pedaleando de un lado a otro de la pista, roto y destrozado pero decidido a terminar. Parece que llego a un llano de picón y se empieza a ver un poco el cielo y las montañas que me rodean. Siento el calorcito del solete en mi piel. Mi pulsómetro marca 120, esto es ritmo diesel, es ritmo fuel-oil. Un fotógrafo perdido entre las retamas me dice que detrás de unas montañas está la meta, que han recortado la etapa y que nos bajarán en choche. Creo que esto me sentó tan bien que me bajé de la bici y me puse a caminar otro rato. Cuando vi el cartel de último km. puedo asegurar que nadie me vio sonreír porque tenia la boca congelada pero por dentro me sentía feliz, no sabía si llegaba “on time” pero sabía que había terminado aquella pesadilla. En la meta me metieron en una carpa donde no pegaba aquel gélido viento y me comí dos bandejas de comida casi sin poder hablar ni agarrar con decencia el tenedor de plástico (dedos insensibles). Estaba borracho de bicicleta, embriagado de sufrimiento. Aseguro que nunca me sentí tan lento de reflejos. Todo se me quitó con los 2 cigarritos que me fumé seguidos, uno tras otro. Para bajar nos metieron a 12 en la parte trasera del furgón de Macario, sin ventanas y medio sentados y medio de pié. La parte graciosa de la bajada fue el peo que me tiré allí encerrado sin ventanas y con 11 sufridores más. Me descojoné al ver a todos con la nariz tapada y metiéndose conmigo, algo normal al oler aquel olor putrefacto. Llegamos al barco y la rutina de siempre: baño, cena, briefing (las mismas 2 partes: disculpas por la etapa del día y mentiras sobre la del día siguiente). Deseaba ver a Jose Guerrero para saber si tenia la etapa guardada en el GPS, ese perfil..... Ya cenando Juanma me dio la mala noticia de su abandono pero prometió que iba a colaborar en lo posible con la etapa “llana” de Fuerteventura. Continuará en Fuerteventura, Lanzarote y La graciosa...
Bueno, lo prometí y aquí va la tercera. Que conste que queda la cuarta y última entrega del “VULCANENMACHACONEN” ETAPA 3: FUERTEVENTURA: “Jackie Durand tiene mérito, te lo digo yo” Después de las dos primeras etapas se ha hecho una buena selección en los corredores que seguimos. Nadie se cree lo de la etapa de Gran Canaria y lo de la etapa de Tenerife dejaba el “highway to hell” de los AC/DC a la altura de un tema de Silvio Rodríguez. En el “briefing” lo mismo de siempre, las mismas dos partes. La primera pidiendo perdón por haberse pasado con el trazado de la subida al Teide y la segunda parte hacernos caquita explicando el trazado de la próxima. Habían pensado en una etapa de 200 y pico kilómetros los muy salvajes y al final y gracias a que los “pros” (Kashi y Tavell) lloraron un poco a la organización pidiendo un recorte. La etapa se quedó en los 159 km. que me dio el cuentakilómetros. Me despierto a las 6:40 para poder fumarme 2 cigarritos casi seguidos antes de desayunar. Y es que en estos días casi no he tenido tiempo de abastecer mi cuerpo con su dosis de nicotina, así que en lo que mandaba los SMS de rigor a las amigas me chutaba 2 cilindros nicotínico-alquitránicos de los que se incineran por la parte opuesta a la parte filtrante. Antes de ponerme el disfraz en el camarote le comento a Juanma que estoy acojonao, que no se si voy a llegar on-time pero que pienso llegar si la salud y la mecánica me lo permite. En la bodega reviso la derbi como todos los días. Ya se va haciendo una rutina. El “rotor guanche” tiene una holgura descomunal, la biela derecha está prácticamente suelta y el cuadradillo debe estar redondillo. Al pedalear hace que la cadena roce el desviador en todas las marchas y se hace bastante molesto de pedalear. Engraso las barras de la horquilla que están hechas un asco y la cadena también. Llevo dos bidones en la bici, una botella de ½ litro en el bolsillo central de maillot y un zumo de naranja en el camel. Es la etapa más larga, tenemos poco tiempo para llegar y voy a intentar no perder mucho tiempo en los avituallamiento Salida neutralizada: 30 km. (más o menos) Salimos de Morro Jable neutralizados y para no variar empezamos el día subiendo unas cuestitas que ya no hacen gracia a nadie. Mucha gente va de pié sobre la bici, así que pienso que no soy el único al que le están saliendo “engendros mecánicos” en el perineo. Esto me consuela pero no me quita los males. Vamos avanzando, subiendo y bajando repechos hasta llegar al playón se Sotavento donde a lo lejos vemos el arco de salida. La verdad es que la foto del arco en medio de la playa era una pasada. Salida de la etapa cronometrada: 102 km. En la salida me coloco de los últimos. Dan la salida, 300 metros por la arena de la playa y nada más empezar nos ponen a subir una montaña de arena con la bici al hombro. Al coronar la montaña seguimos por una pista de arena blanda en la que los únicos que iban montados eran los moteros en las KTM. Fue aquí donde se tomaron las imágenes de “Galaneitor” arrastrando la pierna y dejando su huella en la arena cual tortuga marina buscando su sitio de desove. Creo que el primer kilómetro fue caminando y haciendo intentos frustrados de montarme en la bici. Al poco rato se podía montar pero había que ir campo a través, fuera de la pista, atravesando aulagas y parecía que la arena estaba un pelín más dura y ya se podía ir en la bici. Cada uno va por donde le parece, unos por la derecha de la pista, otros por la izquierda y los que menos por ella. Llegamos a la carretera general que cruza la isla de sur a norte, la cruzamos y cogemos una pista que ya había ojeado en otros viajes a la isla, era todo un sueño meterse por aquella pista de arena semi-blanda que penetraba en el desértico interior de la isla. Voy con Juanma, Miguel, Conrrad y alguno más. A 300 metros tenemos a un grupo de al menos 10 corredores y voy tratando de cogerlos. Creo que el único que me vio las intenciones y que lo intentó conmigo (o yo con él) fue Miguel Alcina. Vamos a buena velocidad por una pista llana, kilométrica, y con un terreno mix de arena, piedras y tierra. En las zonas lisas voy yo delante, me siento bien. En las zonas con piedras me pasa él, que con su Rocky Mountain va de ******* en este terreno. Empiezan unos repechos con subidas de las que se dejan querer y bajadas medianamente rápidas en las que voy medio cagao por miedo a que en cualquier momento se me salga la biela o el cuadradillo se quede totalmente redondo. Llegamos a los molinos de viento. Como impresionan las hélices girando a toda velocidad y haciendo ese peculiar ruido. También es curiosa la sensación de la sombra de las aspas en el suelo pasando a toda velocidad. Como se suelte un aspa de estas... Un cruce en el cambiamos de pista y de dirección. Ahora vamos por una pista ancha, con buen firme y en leve bajada. Llevamos el viento a favor y vamos a 55-60 por hora. Las gomas de 1.5 ruedan de miedo a esta velocidad pero no dan confianza, así que se Miguel se me va pero me coge Conrad que viene fuerte desde atrás y consigo aguantarle la rueda. No vamos pedaleando, vamos de pié y empujados por el viento a toda velocidad. Iba flipado acordándome de los motoristas del Paris-Dakar cuando van por esas pistas del desierto a toda velocidad y controlando los meneos de la moto. Cuando llegamos al fin de este tramo, a la hora de bajar plato y subir piñones me doy cuenta de que no había metido el último piñón en toda la recta. Ahora me doy cuenta de por qué iba a 60 y llegaba al “corte de encendido”. Estamos otra vez en la costa este, en la que empezamos y vamos cruzando barranquillos con bajadas y subidas medianamente pronunciadas. No tardo nada en coger a Conrrad, llego a Miguel y le digo que viene cerquita. Repechos y más repechos. Me voy encontrando cada vez mejor y la verdad es que voy como una moto. Me parece increíble que en las etapas en las que teóricamente debía ir bien (las anteriores) fuera fatal y hoy que es llana (solo 2300m de desnivel acumulado) me encuentro bien. Así es la vida. Llego a Carlos y a Sergio, llego a Israel y a Pimpo, llego al pive que lleva el cuadro como el mío y a tres o cuatro más. Me voy dando cuenta de que el “rotor guanche” roza menos en el plato grande así que trato de aguantarlo todo lo razonablemente posible. Así llegué al primer avituallamiento en el que le doy la bici al “mecánico-gogo” para que me haga una chapuza en el pedalier con pegamento y lata de Red Bull. Estando allí llegan todos; Juanma, Sergio, Carlos, Mati, Galán (yo pensaba que él iba por delante), Israel, Pimpo, el de la bici como la mía, Miguel, Javier (mi rival de las carreras de aquí, que abandonó en ese momento) y alguno más. Me eché un cigarrito y me bebí un zumo y un Red Bull en lo que me chapuceaban la derbi. Pienso que este se está consolidando como grupo bueno para lo que queda de etapa (quedan unos 70km+20 de enlace) y me hacía a la idea de ir con ellos, pero empezaron a irse todos juntos y el mecánico-gogo no había terminado con la bici. Momento frustre viendo como se me iba toda la peña pero pensaba que si la bici quedaba bien valdría la pena. Me dieron la bici y la verdad es que iba igual de mal pero me quedaba el consuelo de que el tornillo estaba pegado y al menos ¡¡aflojarse no se afloja!! Salgo de allí a toda pastilla por unas pistas buenísimas con llanos y luego subidas y bajadas que me iban de maravilla. No tardé en calentar y coger un ritmo que hacía días no tenía. Alcanzo a Miguel y le digo que coja rueda pero me dice que él prefiere seguir a lo suyo. Al kilómetro o así veo a lo lejos al grupo de los listeros y según parece los estoy alcanzando bien rápido. Un par de sube y baja y los alcanzo. Mi intención era llegar a ellos y quedarme pero sinceramente me pareció que iban demasiado tranqui y para un día bueno que tenía no iba a guardar toda esa energía que estaba deseando quemar a base a pedales. Por lo que decidí no perder el ritmo y seguir a mi bola. Como más tarde se verá me equivoqué porque tenía que haberme quedado con ellos, pero yo soy un tío que no sirve para ir en un grupo sintiendo que puede ir un poco más rápido, si voy de carreras voy a todo lo que puedo y so voy de ruta voy a lo justo para tratar de llegar el primero. El que me conoce lo sabe. Me miraron como diciendo ¿a dónde va este suicida? al pasarlos y seguí al ritmo que llevaba por aquellas pistas de dios, adentrándonos otra vez en el sorprendente centro de Fuerteventura. Los repechos eran cada vez más duros y las bajadas más guapas. Iba muy bien y en pocos kilómetros aparecieron a lo lejos más ciclistas en los que tomar referencia para ir alcanzándolos poco a poco. En una de estas miro hacia atrás y veo al grupo algo más de medio kilómetro. Eso me sube la moral y tiro pa´lante bien a gusto. Al coronar una de estas montañas el paisaje me da una grata sorpresa, se trata de un barranquito lleno de palmeras y dadas las temperaturas que hacían esos días parecía un oasis. En la bajada alcanzo a uno con una Trek y ropa de bicimanía que me sigue la rueda hasta la siguiente subida en la que ya me dio unos metros. Voy a por el otro que está a medio km. de mí. Coronamos una de las montañas más altas del día y empezamos otra bajada por una pista bastante rápida (45-50 km./h) por el viento a favor y llena de piedras. La derbi me da unos botes acojonantes y de vez en cuando tengo que esquivar alguna que otra zanja que me hace recordar que este no es un buen sitio para abrirse la cabeza. En todo esto oigo que viene el de bicimanía a toda leche y me pega un pasón de los buenos. Acelero un poco el ritmo, las gomas y mi prudencia no dan para más, yéndose de mí. Otro cruce, otro cambio de dirección y otro tipo de terreno. Toca pista ancha con “permanente”. La “permanente” es como llaman los majoreros y conejeros al rizado continuo y molesto que hace el viento en pistas con un tipo determinado de terreno. Voy acoplado en la bici, medio agachado y con los brazos semiflexionados a unos 25 por hora. El viento empieza a notarse y de vez en cuando veo a algún motero que te hace sentir acompañado entre tanta soledad. La pista cambia y entramos en un terreno auténticamente volcánico, con piedrotes que te hacen concentrarte en la conducción y que te hacen sufrir cuando ya se lleva unos 80km entre el enlace y la crono. En una zona con bastante visibilidad miro hacia atrás y veo que el grupo me esta cazando, lento pero sin pausa. Les debo llevar como medio km. Este tramo se me hace interminable, tanta piedra, tanto bache...solo me alegra de vez en cuando la presencia de las “ardillas morunas”, especie no autóctona que algún ignorante soltó en la isla y que se han reproducido como ardillas que son. Llego al avituallamiento del km. nosecuanto. Toda una alegría poder parar un poquito a rellenar agua y tomarme un Red Bull fresquito. Estando allí llegó el grupo. En ese momento me di cuenta del error que cometí al irme y hacer no sé si 50 o 70 km. haciendo la goma por delante. Algunos me dijeron de ir con ellos, pero estaba empeñado en tratar de llegar por delante. No esperé a que salieran y tiré yo solo, ahora por una pista ******, que iba entre los muros de piedra de diferentes fincas y con un viento en contra que cada vez pegaba más fuerte. Yo empeñado en llegar por delante de ellos porque aún me veía con fuerzas y pensando que por atrás iban en grupo dando relevos y colaborando. Pensaba en Jackie Durand, el tío ese que año tras año se pega unas kilometradas de infarto en el Tour de Francia delante de un pelotón de profesionales. Si que tiene mérito eso de pegarse escapado casi toda la etapa y que te cojan al final. Me lo estaba oliendo, me van a coger y no voy a poder ni seguirles la rueda. Pero eso sí, muero matando o como se suele decir...”o follamos todos o matamos a la ****” (ojo que es un dicho no me vayan a encarcelar por machista) La pista pasa a ser asfalto y va en dirección norte, justo de donde viene el viento. Me agacho bien y tiro mientras como una barrita y el último powergel de los tres que llevaba cada día. O cada vez había más viento o mis fuerzas cada vez podían menos con él, creo que eran las dos cosas a la vez. Me cazan y me acoplo con ellos. Uyyyy....que bien se va aquiiiiiiii......me fijé que en el grupo los relevos los daban siempre los mismos y los demás chupando rueda. En una de estas me pongo delante con la simple intención de dar un relevo. Al poco me veo solo otra vez. Hago señas con la mano como diciendo venga! venga! Y ni p. caso. Hasta llegué a pensar en si me habían dejado ir. Lo cierto es que ellos pensaron que lo que hice fue un demarraje cuando solo quería dar un relevo. Pensé, esperarlos no los voy a esperar, y seguí otra vez a mi bola. Llevaba ya más de 100km. en toda la etapa y unos 60 de etapa cronometrada rodando en solitario. ¿A que le puedo tener miedo? ¿A una pájara? jajajajaja.....me volvieron a coger, aguanté con ellos un tramito de asfalto y al cambiar a la tierra empecé a notar que me costaba un huevo seguir con el grupo. Aflojé la marcha y se me fueron. Vino la pájara. Después de tantos kilómetros luchando yo solo me dio una peazo pájara parecida a la del día anterior en Tenerife. Me tuve que parar a comerme las chocolatinas más apetecibles de las que llevaba, estirar un poco y seguir, que yo quiero entrar ON TIME como seeaa. En una de estas me pasó el listero Chus Zapata preguntándome que tal iba y dándome ánimos. *****, esto marca 130 km. y no se ve la ****** meta. ¿Nos habrán engañado otra vez? No nos habían engañado, subí una cuestita de un kilómetro, que a estas alturas parecía el mismísimo Teide y a lo lejos vi la meta...LA META!!! Nada niño, una lagrimilla y pasa por la meta que te lo mereces. Al pasar por meta me dijeron que estaba ON TIME un día más. Me pusieron la bandeja de comida entre las manos y sin levantar la cabeza me senté todo autista a COMER. Al poco me lleve la alegría de ver a me vecino Angel entrar ON TIME. Terminé el papeo, y parece ser que al terminar el segundo cigarro seguido empezó a fluir la sangre con normalidad por mi peazo de cabeza, que a cabezón no me gana nadie. Comentarios con los listeros del mi suicidio deportivo ;-) y otro enlace de unos 20 km. por carretera con parada en bareto incluida. En el enlace me encontré bien y al final llegamos de noche al barco. La etapa me salió por 159 km. 8:46 y 18.1 km./h contando enlaces y cronometrada. Si has llegado hasta aquí...es que eres más cabezón que yo ;-) Peazo ladrillo me ha salido. Continuará en la etapa final de Lanzarote y La Graciosa...
4ª y última entrega del: VULCANENMACHACONEN Lanzarote: Las 15:05 En el briefing de la noche nos dicen que el barco de La Graciosa parte a las 15:05 y que no se espera a nadie. Según los cálculos vamos a tener que ir a toda velocidad y arriesgando más de la cuenta para llegar a tiempo o lo que es lo mismo, ON TIME. Después de las fatigas que hemos pasado nadie se merece no terminar y hoy no es como los otros días en los que sales esperando poder terminar. Esta etapa es para hacerla convencido y apostarlo todo a una sola carta. Por la mañana bajo a la bodega disfrazado. La derbi da pena, el rotor guanche aparece totalmente desencajado y la cadena parece la de una bici playera. El plan de hoy para casi todos los mortales es salir fuerte, intentar coger un grupo bueno y rezar para poder soportar el ritmo requerido para hacer los 80 km. de cronometrada mas un enlace que no es cronometrado pero en el que hay que ir a tope para llegar al puerto de Órzola antes de las 15:05. Tramo de enlace: menos de 10 km. En el enlace vamos ligeritos para no variar. Casi es llano, no me lo creo pero así es. Salida de la cronometrada: 80 km. Salimos en una playa. Se nota que cada vez somos menos. Salimos pata a fondo y hacemos un pequeño recorrido urbano. Los anteriores días he salido de los últimos pero hoy no. Salgo fuerte y me coloco en medio de un pelotón que va completamente enfilado. Primero vinieron unos sube y baja de pista con terreno duro y relativamente bueno. Para luego empezar a adentrarnos en el interior de la isla. Llegó la primera subida larga del día. A lo lejos se veía a los primeros coronándola y yo aun no la había empezado a escalar. Se podía hacer con plato mediano pero justito. Voy con Galán, Mati, Sergio y creo que Carlos también estaba. Iba muy bien, buena cadencia, con ganas y me sentía fuerte pero me costaba seguirles el ritmo a los primeros del grupo. Después de coronar toca una bajadita de picón del blando. Las gomas finas de me entierran bastante y me tuve que esmerar para que no se me escaparan. Una serie de repechitos y llega la segunda subida del día. A plato chico y piñones medios. Se trataba de una pista de tierra blanda. Logré adelantar unas cuantas posiciones porque la gente se bajaba hasta que el que iba delante de mí tuvo un tropezón haciéndome bajar a mi también. Un poco de trote y a seguir otra vez montado. Aquí cambió el paisaje. Se tornó negro, con unas llanuras negras con alguna mancha marrón rotas por las siluetas de aquellos volcanes. Te pones a imaginar aquella terrible erupción del 1730, cuando la isla era la mitad de lo que hoy es. El pueblo que quedó sepultado bajo la lava.... El párroco de Yaiza lo describió así: "El 1º de Septiembre (de 1730) entre las nueve y diez de la noche la tierra se abrió de pronto cerca de Timanfaya a dos leguas de Yaiza. En la primera noche una enorme montaña se elevó del seno de la tierra y del ápice se escapaban llamas que continuaron ardiendo durante diez y nueve días. Pocos días después un nuevo abismo se formó y un torrente de lava se precipitó sobre Timanfaya, sobre Rodeo y sobre una parte de Mancha Blanca. La lava se extendió sobre los lugares hacia el Norte, al principio con tanta rapidez como el agua, pero bien pronto su velocidad se aminoró y no corría más que como la miel. Pero el 7 de septiembre una roca considerable se levantó del seno de la tierra con un ruido parecido al del trueno, y por su presión forzó la lava, que desde el principio se dirigía hacia el Norte a cambiar de camino y dirigirse hacia el NW y WNW. La masa de lava llegó y destruyó en un instante los lugares de Maretas y de Santa Catalina, situados en el Valle. El 11 de Septiembre la erupción se renovó con más fuerza, y la lava comenzó a correr. De Santa Catalina se precipitó sobre Mazo, incendió y cubrió toda esta aldea y siguió su camino hasta el mar, corriendo seis días seguidos con un ruido espantoso y formando verdaderas cataratas. Una gran cantidad de peces muertos sobrenadaban en la superficie del mar, viniendo a morir a la orilla. Bien pronto todo se calmó, y la erupción pareció haber cesado completamente. El 18 de Octubre tres nuevas aberturas se formaron inmediatamente encima de Santa Catalina, que arden todavía y de sus orificios se escapan masas de humo espeso que se extienden por toda la isla, acompañado de una gran cantidad de escorias, arenas, cenizas que se reparten todo alrededor, viéndose caer de todos los puntos gotas de agua en forma de lluvia. Los truenos y las explosiones que acompañaron a estos fenómenos, la obscuridad producida por la masa de cenizas y el humo que recubre la isla forzaron más de una vez a los habitantes de Yaiza a tomar la huida, volviendo bien pronto, porque estas detonaciones no aparecieron acompañadas de otro fenómeno de devastación". Después del paréntesis histórico me vi llaneando por una pista de picón blando. Había que agarrar fuerte la dirección para que no se torciese, algo que no solo se puede pagar con la perdida repentina de velocidad, también puedes salir de orejas. Plato grande, 3º piñón. El Rotor guanche da miedo. Me cuesta seguir el ritmo al que me llevan y no me queda más remedio que aflojar un puntito para no sobrepasarme y acabar pagándolo. Otro corredor se queda conmigo, el de la MMR. El tío llanea de miedo, mucho mejor que yo y me lleva a toda velocidad por aquella pista machacona. Las zonas de picón se suceden tras las de piedra. Todo baches. Tengo las manos llenas de dolores y el culo, el culo no lo reconozco, nunca lo sentí así. La palabra dolor no lo define con la fidelidad que quiero darle esto es algo así como ser torturado hasta la muerte siendo inmortal. Voy a unos 5 metros del que me lleva a toda velocidad porque no se puede ir a rueda en este terreno. Por detrás nos alcanzan los padres de Neftalí con el todoterreno animándome como siempre hacen en las carreras de aquí. *****, como sube la moral. Me acordé de que en el fondo corría en casa, de que la mayoría de los que estaban en esta pesadilla eran de fuera, muchos ni siquiera españoles. Solo quedamos 6 canarios en carrera y tengo claro que si yo no me siento en casa en este terreno ¿quién se va a sentir? Entre tanto rollete llegamos al avituallamiento que había antes de meternos en el parque nacional. Allí estaban las chicas de Red Bull con su mini-wini y el motero morenito-cachondo, un tío que te saca la sonrisa y te hace olvidar que te quieres morir para acabar con esto. Un Red Bull y tomamos la carretera que atraviesa el parque de norte a sur. Al terminar la etapa me enteré de que mi vecino Angel, uno de los canarios que quedaba en carrera abandonó allí. Vamos con el viento a favor y en llano. Que diferencia con la pista anterior. Ahora hasta me puedo dar el lujo de comer un power-gel y una chocolatina. Vamos (el de la MMR) y yo dándonos relevos a toda velocidad. Cazamos a otra pareja de ciclistas sin problemas. Un rato después él se da cuenta de que por detrás nos va a coger otra pareja. Me hace señas para que afloje con disimulo, que nos cojan aparentando estar tocadillos y luego chupar rueda a lo colombiano. Nos cogieron y nos aprovechamos de su velocidad durante ese tramo de carretera llana. Al poco llegamos a un motero que se situaba en un cruce en el que debíamos abandonar la carretera por la derecha para entrar en una pista. Supongo que alguno de los que corrieron el Time Out en alguna de las dos ediciones les ha contado lo de la pista de piedras volcánicas que hacía cortes en las gomas, pues entrábamos en esa pista. Entrábamos de lleno en el Timanfaya con sus desoladores paisajes y sus mares de lava. La pista era terriblemente dura, con unas piedras, que no eran piedras eran granos de picón del tamaño de un plato de 32 dientes sueltos y unos agujeros en los que mejor no meter las ruedas. Íbamos rodando, tropezando de piedra en piedra y el compañero de la MMR me tenía un ritmo que podía seguir por fuerzas pero no por el dolor de las manos, la espalda, el cuello y sobre todo la noble parte que va sobre el sillín. Se me fue bastante rápido. Con las gomas finas de 1.5 no podía echar a perder toda la carrera por un corte y tampoco me apetecía nada pinchar. Así que me relajo y trato de pasar el rato lo mejor posible admirando la increíble belleza de aquellos páramos. Durante un rato estuve solo con un silencio solo roto por el crujir de las piedras al paso de mis ruedas, por el constante roce del rotor guanche y por el jadeo de mi respiración. El tramo es más de bajada que de subida pero mi velocidad nunca supera los 20 por hora. Llega un punto en que te hartas de tanto dolor y no sabes de donde sacas las fuerzas para seguir. No mucho más tarde oigo una moto que me alcanza, era un picoleto con una tres y medio que rompe mis momentos de soledad, lo vi perderse en el horizonte. Un ratito y me alcanza Israél Romero y Pimpo. Traté de seguirles el ritmo pero me era imposible, y no por fuerzas, que todavia iba bien, sino por los botes que me daba la bici. Intentándolo tuve que echar pie a tierra dando un zapatato al entrar la rueda delantera en un pedazo de agujero descomunal. Iba acercándome al mar con la esperanza de que aquella pista tan infernal como bonita acabara cuanto antes, o por lo menos se pusiera algo mejor. Me alcanzaron Sergio y Carlos, que con las dobles iban mucho mejor en este terreno. Me dije estos que no se te escapen, pero si que se me fueron aunque logré no perderlos de vista y tenerlos de referencia. Un kilómetro más y llegamos a otro cruce en el que por fin cambiamos de pista. Viniendo de donde venia, aquella era una autopista de las de Alemania, ancha, lisa, con un poco de permanente en el centro y con un sube y baja sin tregua. Logré ponerme un buen ritmo, siempre a plato grande y conseguí alcanzar a Carlos y Sergio que iban juntos. Tuve moral hasta para pararme, sacar la cámara del camelbag, alcanzarlos para hacerme una foto sobre la marcha y seguir disparado en busca del próximo avituallamiento. Solo sé que volvimos a otra pista llena de piedras y me volvieron al adelantar, en ese momento me quedó claro que me había equivocado en la elección de las gomas, unas gomas que ruedan muy bien pero que sobre las piedras no solo no permiten ir rápido, sino que cansan mucho. Se me fueron otra vez. Vuelvo a rodar en solitario hasta llegar al avituallamiento donde también había asistencia mecánica. Rellené agua en los bidones y me tomé un Red Bull (para no variar) mientras el mecánico me apretaba las bielas. Allí estaba uno de los pives madrileños amigo de los listeros que junto al periodista portugués me dieron ánimos para salir pitando de allí hacia La Santa, en el km. 50. Unos cuantos km. de asfalto a toda velocidad y llego a La Santa. Allí un chiquillo me indica que tome una pista de arena. Estaba guapísima, con alegres sube y baja. El terreno pasaba de arena compacta, muy buena para rodar a toda velocidad a semi-blanda con parches de arena blanda en la que te quedabas clavado luchando por seguir sobre la bici. Hacía calorcito, iba con buenas sensaciones, rodando bastante bien y tomando como referencia dos puntos rojos que tenía a lo lejos en el horizonte. Esos puntos eran los maillots de Sergio y Carlos ;-) Pasó poco tiempo antes de que me alcanzase Borja, uno que iba con una Grisley blanca del Club MTB Cortes (si alguno lo conoce que me pase el e-mail, que le cogí cariño). Al cogerme me dijo tío me estas llevando como una moto pero luego era él el que me llevaba durante un ratito que me tomé de descanso a su rueda. A lo lejos se veían las montañas de Famara. Estando en la carrera en la que estábamos ya daba por echo que había que subirlas, y que si había una vertiente más dura que la otra subiríamos la dura. Llegamos al último avituallamiento de la etapa. Allí estaban las chicas de esa conocida bebida animando. Me bebí una lata a pecho sin respirar y otra montado en la bici. No hay tiempo que perder. Para llegar a la base de la montaña dimos más rodeos...unas pistas con permanente de la ****** y siempre picando hacia arriba. Borja y yo luchando, cada uno a un lado de la pista porque es en el centro por donde más rizada estaba. En una de estas me saco algo de comer y Borja se me fue. Llegué a una carretera que iba en llano. Voy planchao sobre el manillar cuando me caza uno con una bici de carretera que estaría entrenando por allí. Al pasarme iba bastante más rápido que yo pero me dio la subidilla de moral, metí el plato y fui a su rueda. Pensaba aguantarlo todo lo posible porque me estaba ayudando a remontar y me puso a buen ritmo. Iba tan metido tras su rueda trasera que si no me gritan en el otro cruce en el que había que abandonar la carretera sigo tras él hasta vete a saber donde. En aquel cruce empezaba la subida final (pensaba yo) y empecé a subir bastante alto de pulsaciones, parece que me estaba reencontrando conmigo mismo y mi manera de subir. Buena cadencia, las manos en los grip-shift y la mirada fija en la rueda delantera, en las piedritas que pasaban a su lado y de vez en cuando levantaba la cabeza para ver como cazaba a Borja. No tardé en cazarle y me dijo que siguiera, que estaba bien. No lo volví a ver hasta que volvimos de La Graciosa, no llegó ON TIME. Esto es muy duro decirlo, porque si me llego a quedar escalando a su ritmo, un ritmo que no era nada malo, me quedo fuera de carrera y no veas lo duro que puede ser después de estos últimos palizones. Seguí subiendo aquella pista, ladereándo en constante subida. Plato mediano, 4º piñón. El rotor guanche rozaba en el desviador más que nunca. Aquel ruido que me había acompañado durante los últimos 4 días me marcaba el paso, media mi cadencia de pedaleo y ahora es cuando más rápido y fuerte sonaba. Antes de llegar a las eses que hacía la pista me di cuenta de que tenía a tiro de piedra a Carlos y a Sergio. Ellos se me habían escapado al salir del Timanfaya, Sergio tiraba marcándole el ritmo a Carlos durante kilómetros y kilómetros y cuando los alcancé iban igual. Los pasé dándoles ánimos y seguí subiendo como un animal. Quería llegar cuanto antes a la meta para por lo menos saber si era posible llegar al barco de La Graciosa. Iba pensando en que la chica iba por delante mía y ya todos sabíamos delante de quien había que llegar para tener esperanza de pillar el ON-TIME. Iba desesperado cuando llegamos a cuatro casas casi en lo alto de la montaña. Los locales se reían diciendo no te queda ná y en ese momento no se les hace mucho caso pero siempre piensas el ¿de verdad quedará tanto?. Yo pensaba que la meta debía estar a la vista de un momento a otro y al coronar la montaña tuve una sensación de desesperación, de ganas de mandarlo todo a freír cuando veo que delante mía tengo una bajada que nos hace perder casi todo el desnivel ganado para subir la verdadera montaña de Famara. Me cago en su **** madre era lo más suave que pensé. Que no llego, que no llego era lo que pensaba con una ira que me hacía bajar aquel roto camino como un tiro. Ya me daba igual un pinchazo, una caída o una pájara. Tenia que llegar a la cima aquella cuanto antes y contar que había que pasar la meta y seguía la carrera hasta el Puerto de Orzola. Después de bajar había una pista llana y con viento a favor en la que pedaleaba con todo metido y meneando la bici de un lado a otro. Haciéndome a la idea de subir a tope la que se supone que era la última montaña. A estas alturas de la carrera, con cuatro días de engaños por parte de la organización ya no te crees nada de lo que te dicen, y al llegar al cruce me encuentro un motero que me dice: te queda un kilómetro y medio. Lógicamente empiezo a subir la cuesta como si fuera una contrarreloj de 3 Km. (lo de los moteros son mentiras piadosas) y después de 80 Km. a tope. El ritmo no es lo que se dice vivo pero me sentía bien. Un rampón, otro rampón. Una curva en rampa...*****...¡¡esto no se va a acabar nunca o que!! Sigo subiendo y en una de estas me dan las chispitas en la nuca. Melo tienes que comer algo ¡¡ya!! O te vas al suelo. Voy desesperado, subiendo la montaña todo lo rápido que puedo y comiéndome una barrita al tiempo que me preocupo de mirar atrás para localizar a Sergio y a Carlos. Me cogieron y al poco de terminar de comer y pegar un trago de agua arranqué para llegar solo a la cima. Según coronaba empecé a ver el arco de meta. Me desbordó una sensación de felicidad incompleta. Llegas a meta pero no sabes si vas a llegar al barco porque quedan 15 o 20 km de carretera hasta Órzola. En la meta vi a la chica y pense eso de a lo mejor vas a tener suerte. Un Red Bull a pecho y me largué yo solito, no esperé por nadie.
TRAMO DE ENLACE: MONTAÑA FAMARA - ÓRZOLA Me tiré como un loco por aquella carretera viendo un paisaje majestuoso que me mostraba que la carretera era larga y Órzola ni se podía ver. Llegué a un cruce sin señales ni nada. Ni un motero, ni una cinta ni nada. Le di un grito al chofer de una guagua que había allí aparcada para preguntarle el camino correcto. Según me lo indicó me lancé a matarme por aquellas curvas. Recta, 55 – 60 por hora , para segunda ca´lenta ras... hasta que llegué a otro cruce. En este no había ni un alma y me tuve que esperar al grupo que venía por detrás pensando que habría alguno que supiera que dirección tomar. Al llegar siguieron de frente, y pensé que tenía que haber seguido, pero si me equivocaba lo echaba todo a perder así que mejor esperar... En el grupo vamos Israel, Pimpo, Carlos, Sergio y creo que alguno más pero no estoy seguro. Al llegar al fondo del barranco otro cruce y otra vez a preguntar. Perdiendo tiempo. La atmósfera era de lo más estresante. Nos dijeron la dirección correcta y salimos por patas. Había que ver la cara que se nos puso al ver la subida de carretera que teníamos por delante. Unos dos kilometrillos de constante subida. Vi que la gente del grupo iba más lento de lo que yo podía o tal vez quería ir y aceleré el ritmo dejándolos. Empecé a bajar por una sinuosa y bonita carretera que surcaba los mares de lava del noreste de la isla. El reloj daba las 3:05, la hora de la partida del barco. Iba a toda caña pensando que no podía ser, que no merecía quedarme fuera por un par de minutos. Llegue a soltar la lagrimilla, pero no rompí a llorar solo porque aún quedaba esperanza. Ya se sabe, la esperanza es lo último que se pierde. Empece a ver Órzola a lo lejos. Se veía precioso. No podía ser que un pueblo tan bonito me fuera a dar una mala noticia. Pedaleando agachado en la bici, luchando contra el viento me encontré al motorista que estaba a la entrada del pueblo. Me hizo señas para que me apresurase. ¡Que momentazo! Si me hizo señas es que el barco sigue ahí, pense. Casi no me lo creía. En fin, que llegue al barco de La graciosa. Que felicidad, tanto sufrimiento, tantas fatigas, 2 pájaras, un ataque agudo de tirones, varias depres, y conseguí el objetivo, ver y poderme subir al barco. Al llegar al barco lo primero que hice antes incluso de subirme fue pedir fuego para encenderme un tabaquito para celebrarlo. Ya mi hubiese gustado celebrarlo de otra forma pero lo dejaríamos para la fiesta de la noche. Fue con este momento con el que empezaba en reportaje de la Bike alemana: “a Carmelo le tiemblan las manos pero a pesar de ello sostiene un cigarro en una y un Red Bull en la otra, es feliz por que ha terminado el... ” Allí fuera vi llegar a Carlos y a Sergio. Hasta nos hicimos fotos antes de subirnos al barco. Ya en el barco me comí mi bandeja de comida y pasé revista a los que quedábamos en el barco. Los listeros casi al completo, los canarios, los canarios?...estaban todos menos mi vecino Angel que abandonó en la entrada del Timanfaya. Es una grata sensación la de sentirte superviviente en el ansiado barco. Todos llenos de tierra, grasa, sudor y más contentos que Mc Guiver en una ferretería. Todos hacendo las llamaditas de rigor: - ¡mama, mama! ¡¡Que terminé en Red Bull Time Out!! - ¿Qué es eso mi niño? - ¿???? Llegamos a La Graciosa y éramos la atracción del pueblo. Todos vestidos de colores...los gracioseros estaban asombrados... XD No es para tanto. Lo primero, la visita al bar. Los Perro´s se apoderaron de una mesa que rápidamente se llenó de “pelotazos”. Yo me eché un par de cocacolas fresquitas, que no estaba para cubatas ni birras. 5º Y ULTIMA ETAPA: LA GRACIOSA 17KM. Bueno Melo, eres el último de la general así que saldrás el primero. Si les digo la verdad no tenía ganas de correr fuerte en la crono final así que me lo tomé suave, y más sabiendo que no había fuera de control. Salí del pueblo de pié, no por la caña que le estuviese dando a los pedales, sino porque no me podía sentar. El culo tuve reventado durante una semana y al que se ría lo invito a venir. En los 17 km hice dos paradas para evacuar líquidos y una para sacarme las chocolatínas y comer. Poco a poco me fueron cogiendo todos. Con Carlos estuve un buen rato. Nos hicimos varias fotos y todo. Muy tranquilamente. Animando a todo el que nos pasaba. Rodábamos por unas pistas de arena compacta pero con una permanente terrible, había que ir siempre por un lado para evitarlas. Ya en la bajada final hacia el pueblo, a unos 2 kilómetros de la meta me pasó el último corredor. ****! So salí el primero y me ha cogido el último que salió...no ,no, un poco de orgullo. Se lo explique al pive, le dije no era plan y le pegué tan arrancada que no me cogió ni jarto. Salí el prime y terminé el penúltimo. Me salieron 523 Km. , unas 35 horas sobre la bici en cuatro días, si en cuatro días casi montamos uno y medio. AGRADECIMIENTOS Y MENCIONES ESPECIALES: - Al equipo (Bike-Bike Natural) por pagarme dos tercios del la carrera. - A la jefa (Petra) por pagar el tercio restante y dejarme los días de la carrera libres mas unos cuantos más de recuperación. - A lo viejos que me animaron siempre, en la etapa de GC, cuando entrenaba y por teléfono. - A Manolo el de la tienda. - A Nano, mi camello por el gramito. - A todos mis amigos que me llamaban por las noches para animarme-presionarme para que terminara. - A mis churris por entenderme dias antes y después. - A Juanma por ser un compañero de camarote perfecto. - A los que bajaron conmigo en la furgona de Macario, por no matarme cuando me tiré el peo apestoso sin ventilación. - A los moteros; al morenote.cachondo, al médico, a los de “agua, plátanos, barritas...” , a todos. - A las chicas de Red Bull por los ánimos y por ser tan guapas. - Hablando de guapas, a la capitana que nos ponía a 100 con sus uniformes...uff menos mal que estábamos cansados que si no... - A lo listeros, a los que conocía y a los que conocí. Ellos saben que lo quiero un monton y que son milmanos míos. - A Philip Tavell por acabar con la sequía en las islas. (como mea ese ******!!) - A los joputas que trazaban las etapas por enseñarme algo más acerca de mis límites. - A toda la tripulación del barco por hacerlo tan bien. - A todos los que leen estas cosas, que sé que se hace pesado. REFLEXIÓN FINAL: ¿Qué si volvería? ¿Qué si se lo recomendaría a alguien? ¿Qué si esta guapo? ¿Qué cuantos kilos perdí? ¿Qué si aprendí? Yo creo que para responderme estas cuestiones tendría que escribir otros 20 fólios. Sin más y con mis mejores deseos, y saludando desde el paraíso...