Antes de nada agradeceros a todos vuestros comentarios. He preferido al abrir este hilo sólo añadir temas pero no participar en "Responder tema" con el fin de no subir el hilo artificialmente. Si estas tontadas y devenires que fluyen de mi sombreada y desmadejada testa sirven para rellenar unos minutos desocupados y olvidarnos un rato de lo que sucede ahí fuera o si alguien siente la más mínima motivación al leerlo o un simple amago de sonrisa cuando anda ******, objetivo cumplido y ya ha merecido la pena. Poco puedo aportar en temas técnicos y otras cuestiones ciclista pero de alguna manera hay que intentar devolver lo que el foro te da. Lo importante es que cada uno aporte lo que pueda aunque como en este caso sea un sencillo escrito con mala gramática y peor escribir. Pero intentaré mejorar. Cuando esto no interese ya se perderá en las páginas, mientras y después....gracias.
[h=3]Análisis de una potencia[/h] Sí, ese cacharrito de unos 10 cm. que su única misión es unir el manillar a la dirección en nuestras bicicletas, es objeto en una revista especializada de un arduo análisis por eso de justificarse con la misión encargada por el editor....... Pues bien hoy queridos míos, vamos a llenar una paginita analizando un cacho hierro. Comienza el artículo: La misión de una potencia es muy simple unir manillar y dirección. Poss yatá ¿no? Analizado con dos palabras........¡pues no!!!! ¡¡¡Una página entera para contar lo mismo!!!!! Me explico, me explayo y no me callo, leo: Las potencias Thompson empiezan a enamorarte cuando las instalas. Ya.......ejem.....si....toy namorao......... Sigo con el incomible y sesudo análisis. Es una gozada apretar los tornillos de ajuste y ver como las pletinas se ciñen a la superficie de los tubos de modo uniforme. Ayyyy virgencita de la pata quebrá que me da un soponcio. Este tío la está gozando apretando un **** tornillo de forma uniforme. Si la goza con estas cosas.......este tío en la cama no sale vivo de felicidad. No cabe de gozo y alborozo. Pues nada, sigo analizando: ......en concreto la rigidez torsional de las potencias Thompson no tiene parangón en la industria ciclista. Acabáramos. Lo dijo. Podría decir yo también algo pero para qué......me encuentro mal no puedo articular análisis y me pesa el oscondrillo. Mal hijos, me encuentro malamente pero debo de seguir el análisis mayormente. La sencillez de su diseño (nos ha jodío, es un **** hierro) y las superficies limpias y redondeadas no solo resultan atractivas, también se agradecen en caso de accidente o simplemente de rodillazo. Mira en esto tienen razón, la última potencia que tuve tenía un enano encima que me daba con el martillete en la rótula el muy ******. Cuán agradecido estoy a los ingenieros de Thomson de que la forma ya sea limpia y redondeada y libre de enanos ********. Bueno vayamos al precio. No, no, no se contentan con decir el precio y hala a otro artículo o análisis, por ejemplo el de un radio, pues no hijos que va, que va. Lo adornan para acabar la página. Leo: ¿Inconvenientes? Pues que las thompson no crecen en los árboles ni te las regalan si juntas veinte tapas de yogures. Tendrás que romper la hucha si quieres echarle el lazo a una. ¡ojo al siguiente dato que no tiene desperdicio........ es probable que cambies de bici pero no de potencia. No sé hijos, me voy a acostar no sin antes tomarme una tila. Estoy realmente mareado, aunque feliz. Acabo de apretar con mi atornillador una potencia Thomson ¿Puede haber más felicidad? Me voy a la cama prendado de jolgorio.....mañana desatornillaré la potencia con tal de volverla a apretar y encontrar el climax.
Qué bueno, ****. Me he leído el post entero de una tirada. Es total. Gracias por estos ratos, Ignacio-
Este post tuyo me ha recordado algo simple, pero que me hizo ilusión: El avituallamiento nada profesional a un compañero [video=youtube;gBdeZoszLLk]http://www.youtube.com/watch?v=gBdeZoszLLk[/video]
Avituallamiento con cerveza !! ¿ donde esta eso ? yo por más que busco en todas las marchas solo encuentro agua o a lo sumo aquarius . . . je,je,je
Pues anda que si analiza, o mejor se "anal iza" a sí mismo con una tija lo flipa, porque no es por nada, pero para llegar al extasis siempre será mejor una tija que una potencia.
MI OBLIGADA VISITA A UN GYM Mala posición de giro, pedalada extraña, cala que no sale y palanca de bici contra pierna ganó la bici. Peroné roto y me toca darme de alta en un Gym para no perder forma y mantener la pierna derecha mientras la otra espera escayolada tiempos mejores. Nunca pensé caer en una pajarera de estas pero la vida a veces te depara caminos inciertos. El más cercano el más pijo y repijo pero en fin aquí me han visto haciendo el cobaya lo justo de quitarme la escayola y me piro antes de que se me pegue algo. Primer día: Entro con mi muletas por un puentecito bonísimo de madera de teka que se me colaba la bastona por las rendijas y me encuentro como acceso una puerta giratoria de esas de vaivén. Me cuelo como puedo en uno de sus accesos empujando con mi muletilla de poquito a poquito y viene por detrás un Termineitor mazado, la empuja y me mete dentro al vuelo que tengo que agarrarme a una monitora para no rodar por los suelos. Me dirijo al de la coleta que es el que está más cerca, creo que le llaman receptor o algo así, un menda que le pagan por sonreír y su función parece que es derivarme a la entrevistadora, una pava que me sienta en una sillita a hacerme un test. Oye guapa que vengo a arreglarme la pata no a que me hagas un examen sobre el tugurio éste. Lo siento, tiene que rellenar el cuestionario. Grrrrr pues ale, boli y papel y a escribir. ¡******! Me dice que qué tipo de bono quiero. Pues el más corto niña, me vas a ver aquí 2 meses, ni un día más, así que dame la boleta más barata y no me des por saco más que quiero irme a los aparatos esos raros que tenéis por ahí arriba con las demás cobayas. Primer susto: Me veo asomado en una barandilla al Kiko Matamoros (¡Otiá!) vestido de gladiador y hablando por el móvil. Creo que era el Kiko porque el otro tiene una pintada en la cabeza A los 20 segundos debo de pillar un cambio de turno en la pisci o no sé donde, una congregación de mujeres, decenas de ellas, corriendo como hormigas sin rumbo todas con una toallita en la nuca y cloqueando todas a la vez. ***** me digo a mi mismo, donde he ido a parar por una estúpida caída. Ya he terminado de hacer los deberes que me ha impuesto la de la bata. Vamos adentro. Me encuentro en mi camino una cancela rotatoria que me tengo que liar a muletazos con ella porque no abre hasta que me viene un gailo metrosexual y me explica que tengo que meter la llavecita que me han dado en un agujero secreto. Tenía en mi mano un cacharrillo de plástico que me dio el de la coleta que sonríe que no tenía ni idea para que era ¿Esto es una llave????? la pregunto. Si señor, esto le sirve para el parking, para esta cancela, para la taquilla y para la madre que le parió. Bueno pues nada cuanto antes empiece antes salgo de esta casa de locos, ascensor para arriba y me encuentro ante mis ojos mil cacharros que no se ni que hay que hacer con ellos. Veo a lo lejos una bicicleta de brazos, je, je lo más parecido a lo que me gusta pues ale a hacer aquí un rato el moñas. Ótia!!!! Esto tiene más botones que un avión!!!! Que le den por saco a los botones me pongo a pedalear y a ver que pasa. Joé tengo frente a mi una anoréxica crónica montada en unos trastos muy raros que subes y bajas los pies. De repente me viene un tío con más brazo que las patas de una mula contorneándose delante de mí, me piro a otra zona menos concurrida que aquí están todos colgados y a ver si a alguno se engatusa de mí. Ale muletas y a la otra punta. Me siento en un aparato y después de un rato colocándome en todas las posiciones me viene un monitor descojonao vivo diciéndome que estoy sentado al revés y me recoloca mirando en la otra posición. Tiene que estar aquí 3 series de 15 señor. ¡No me jodas monitor de pacotilla!!! Llevo un cuarto de hora intentando colocarme y ahora que lo consigo me tengo que pirar cuando cuente 45?? Pues nada 3 series de 15 y a investigar otro trasto. La pusssssss. Después de hacerme 3 series de 15 en todo lo que me he encontrado y de ver la gente más rara que he visto en mi vida después de mi servicio militar, decido marcharme no sea que se me pegue algo. Para salir me he tenido que liar a muletazos con una cancela rebelde hasta que ha venido otra sonriente monitora a explicarme que para salir me tienen que abrir desde fuera, ¡*****, el que abre esto es el de la coleta que sonríe, pero si está a 50 metros! Así que me pongo a hacer aspavientos con las muletas a ver si el coletas sonriente del principio me jipia y me da paso. Pues nada he guardado mi llavecita no sea que la pierda y el jueves no pueda fortificar mis cuadriceps. He vuelto a salir despedido en la puerta giratoria hasta que he frenado con una columna y esquivando las ranuras del puentecito de Teka me he encaminado a mi coche aparcado en zona de minusválidos. Es maravillosa la metrosexualidad. ¡Que dos meses, Ave María Purísima!
TESÓN O TERQUEDAD Dejó joven la bicicleta, esas viejas bicicletas plegables que su padre le arreglaba los pinchazos de sus endebles ruedas cada vez que volvía. Después creció, aparcó en un rincón su vieja bicicleta y la olvidó. Treinta años después decidió seguir a su hijo y compró una nueva bicicleta. ¡Que rara es pensó!, ¡toda llena de palancas! En poco tiempo su recuperada afición de la niñez le pedía más, más y más. Ya no la usaba para ir al parque, su hijo, joven aún, empezó a quedarse atrás y pronto ya los llaneos y los paseos no le dejaban satisfecho. Empezó a subir su intensidad y en unos meses ya empezó a meterse por zonas más complicadas. Su escasa su nula- técnica le tenía más en el suelo que sobre la bici pero él decidió seguir. Nunca había estado en urgencias pero en un año ya la había visitado 4 veces. Sus barrigudos amigos se reían de él: ¿Pero como se te ocurre a estas edades hacer el indio con una bicicleta? ¿Qué te quieres demostrar? ¡Vente a echar un mus! Pero él decidió seguir. Su familia se preocupaba de tantas caídas y lesiones. ¡Debes dejarlo ya! ¿Por qué te ha dado por esto? ¿Porqué no haces lo que el resto de la gente de tu edad? Pero él hacía oídos sordos y decidió seguir. Seguían las caídas, rara era la salida que no cataba el suelo. ¡Da igual! Debo seguir. No podía dejarlo, en tan poco tiempo había descubierto tantas sensaciones..... emociones.......sufrimiento......lucha.....¿como voy a apartar ahora estos nuevos y descubiertos sentimientos de mi lado?, se decía. Debo de seguir Ahora es cierto que se viven muchos más años que antes y hay que llegar a esa prolongada vejez con cierta calidad. Tantas caídas pensaba, me pasarán factura, aún así, prefería no echar el pié a tierra que sería lo más procedente y se obstinaba en seguir intentándolo. Lo que se hace en cualquier faceta de la vida sin entregarse al límite, sin dar todo de ti, sin sufrir, no te hace grande, decía. En la vejez, lleno de dolor, de antiguas lesiones, de viejas caídas, ya veré que hago, pero ahora........ debo de seguir. ....¿Lo mejor?... Concluí un día que me consideraría licenciado en ciclismo cuando el uso de la tarjeta Decathlón mensual superase a la de Sanitas.....estoy en el buen camino.....creo. [FONT="] [/FONT]
me suscribo, que la verborrea siempre alegra la tarde.............. debe ser alegre, divertido y didactico salir de ruta con el creador del post.....
[h=3]África, las "otras" fotos[/h] Recién llegados de África toca posar lo vivido, como siempre........ África impactante. Ninguno sabremos trasmitir todo lo que hemos vivido y sentido y tampoco las imágenes de nuestras cámaras lo harán. Un viaje duro en nuestras bicicletas e inolvidable, en el que como un encaje de bolillos todas las circunstancias e "imprevistos y contratiempos" que nos han surgido han ayudado a hacerlo más mágico. No contábamos con situaciones como que se nos metiera la noche en el Atlas y que nos premió con una preciosa ruta nocturna sobre nuestras bicicletas, atravesando siniestras y oscuras aldeas llenas de brillantes ojos observándonos y sin posibilidad ya de cenar en el hotel montamos nuestra cena en una tétrica gasolinera. No contábamos con una puntual tormenta que desbordó algunos puentes y que hizo subir la adrenalina y los nervios de algunos del grupo sin saber si podríamos sobrepasarlas con nuestros TTs. No contamos con esos 52 grados, que nos hicieron meternos en un inmundo río de removidas aguas a refrescarnos. No contamos con las lágrimas de algunos de nuestro grupo cuando catamos la hospitalidad de las gentes y las miradas inocentes de esos niñitos marroquíes. No contábamos con la extrañeza de ver como entregábamos las llaves de nuestros vehículos a los mecánicos de Zagora y veíamos como se los llevaban para trabajar en ellos durante la noche. No nos imaginábamos que nuestra bicicletas pudieran quedar abandonadas en cualquier vieja pared de cualquier aldea y dejarlas sin candar, solas y rodeadas de gente extraña y que sabíamos que ahí podían quedar porque nadie nos las iba a tocar. No contamos con esa dura tormenta de arena que clavaba sus granos como cristales en nuestros brazos y piernas y que estábamos a muchas horas de cualquier población. Nuestra meta era llegar a un grupo de nómadas que nos dieran cobijo. Cuando llegamos, dos inmundas cuevas de menos de 10 metros era lo que teníamos. Una nos la ofrecieron para pasar la noche y la otra no podían hacerlo, solo una cosa lo impedía, que una la necesitaban porque horas antes había parido una mujer y necesitaba proteger a su hijo. No contamos con que nuestro anfitrión, un hombre de una sola pierna, nos dirigiera en las dunas en la oscuridad y que corriendo más que cualquiera de nosotros en la arena con sus muletas, subía y bajaba las dunas para ayudarnos a desatrancar nuestros coches y que al final de agotamiento vomitó. Tampoco contamos con que nos acompañara 24 horas sin cobrarnos un solo dirham y nos fue dando cobertura buscándonos las sombra que él solo conoce en el desierto para protegernos y darnos descanso. No contábamos con que la gente solo nos sonriera, solo nos ayudara o solo nos ofreciera, aunque no pidiéramos. Cuando todo parecía que había pasado tuvimos otra “desgracia”, se había averiado el buque y teníamos que esperar otro por lo que saldríamos 2 horas más tarde, para colmo de “desgracia” Melilla estaba en fiestas y la avería nos dio dos horas extras para desvariar en los cochecillos de choque y dejando nuestros últimos dirham en tratar de conseguir un estúpido peluche. Hay mucho más que contar pero seguro que alguien lo hará. Yo tan solo decir que necesito volver...... y cuanto antes o reviento.